“PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”. Y DICIENDO ESTO, EXPIRÓ. (LC 23, 46)
SÉPTIMA PALABRA DE JESÚS EN LA CRUZ
El Espíritu Santo engendró al Verbo de Dios, desde toda la eternidad; Y el Espíritu Santo, engendró a Jesús, el Verbo de Dios, en el seno de María Virgen: “Y se hizo hombre”; Y ahora, al final de su existencia terrena, el Hijo de Dios, uno con el Padre, entrega su Espíritu en sus Manos para volver a Él…



