• 1

VUELTA HACIA CAFARNAÚM

15 Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.
16 Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar,
17 y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos;
18 soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse.
19 Cuando mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo.
20 Pero él les dijo: « Soy yo. No temáis. »
21 Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.(Jn. 6, 15-21)

Jesús ha dado de comer a 5000 hombres tan sólo con cinco panes y dos peces. Es este un gran milagro que ha saciado el hambre de tanta gente. Jesús, ante las palabras de reconocimiento:“Éste sí que es el profeta que tenía que venir al mundo”, teme el entusiasmo popular, donde la masa suele aupar al héroe para proclamarlo rey… y apremia a sus discípulos para que suban a la barca y vayan a la otra orilla y eso que está anocheciendo. Y Él se retira al monte a orar… Jesús, en la soledad, expresa a su Padre su gran desencanto: Le buscan porque les ha dado de comer, pero no creen, ni en Él, ni en sus Palabras, que son de vida eterna.

Y los escribas y los fariseos ya maquinan en sus corazones el quitarle de en medio… Entonces, Jesús decide hablarles del Verdadero Pan de Vida que les dará hartura… Es el momento grave de la decisión: o a favor de Jesús y le siguen, o lo abandonan…

Y a la luz de una luna brillante, Jesús divisa a sus pobres discípulos remar esforzadamente, porque el viento les era contrario, y con su fuerza se va encrespando el lago… Reman mucho y no avanzan nada… Entonces Jesús, caminando por el lago, se acerca a la barca… Pero ellos no sabían que era Jesús, sino que creyeron que “era un fantasma y se asustaron”…, su estado de alma no era precisamente de tranquilidad y serenidad para poder reconocer al Maestro, así que Jesús tuvo que gritarles: ¡Soy yo, no tengáis miedo!… Querían recogerlo a bordo, pero enseguida tocaron tierra a donde iban…

¡Cuántas veces, en nuestra vida, las dificultades y sufrimientos nos cercan, como un mar embravecido que parece nos va a devorar en el furor de sus olas!… ¡Y otras tantas, tenemos que gritar a Jesús que nos salve, que nos sentimos acosados e inmersos en dificultades!... Y nuestro grito tiene que ser siempre: ¡Sálvame Señor, que me hundo!… Esta oración con fe, a la desesperada, nunca deja de ser escuchada por Jesús, que no tarda en aparecer con su voz inconfundible: “¡Soy Yo, Soy Yo, no tengas miedo!”, que es como decir mi voz te hace fuerte en tu debilidad y ahuyenta todo temor o miedo. La fuerza divina me rodea en esos momentos y yo no sé cómo, mi espíritu se siente fortalecido, sin dejar de sentir nuestra debilidad. Y este grito de auxilio lo quiere Dios para que sintamos, a lo vivo, que una fuerza tan extraordinaria viene de él, de su bondad y misericordia y no procede de nosotros.

¡Danos Jesús, esa fe viva en tu Palabra salvadora!

4E0C8D33 A5D4 4411 B9B3 CC1DCB043B4A

Imprimir Correo electrónico

Gracias a Google, Norton y McAfee, te podemos garantizar que nuestra web, su contenido y los servidores desde donde se proporciona el servicio, son 100% seguros y están verificados. Puedes comprobarlo pinchando en las imágenes de abajo .
navegacion segura googlenavegacion segura nortonnavegacion segura mcafee

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!