• 1

LA SEÑAL DE JONÁS

38 Entonces le interpelaron algunos escribas y fariseos: « Maestro, queremos ver una señal hecha por ti. »
39 Mas él les respondió: « ¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás.
40 Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches.
41 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.
42 La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. (Mt. 12, 38-42)

A la falta de fe, a la incredulidad, Jesús los designa como gente malvada y adúltera. Los que habiendo visto tantas señales del amor de Dios y de su benevolencia con los hombres, en la creación y en la vida del hombre, todavía le reclaman a Jesús, de parte de Dios “una señal milagrosa” que satisfaga su curiosidad y el deseo de que Dios colme sus caprichos. En definitiva: que el hombre sea más Dios que Dios.

Y Jesús les podía haber respondido como lo hizo en las tentaciones a Satanás: “al Señor sólo servirás y a Él sólo darás culto”. Es la tentación de siempre en el hombre: “seréis como dioses”, pero sin Dios. Por eso Jesús los llama malvados…

Los paganos se convirtieron con la predicación de un hombre y el temor de Dios los sobrecogió, y “aquí hay uno que es más que Jonás y más que el gran rey Salomón”. Tenemos a Jesús en medio de nosotros, en la Misa, en el Sagrario, en su Palabra y esperamos todavía señales y prodigios para creer en Jesús. Y como a esa mala generación, sólo se nos dará la señal de Jesús, muerto por tres días y después resucitado. Misterio éste de fe que está avalado por su Palabra, que siempre fue viva y eficaz: “el que cree en mí aunque haya muerto vivirá y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”. ¿Crees esto? A nosotros se nos pregunta y como Marta responderemos con fe: “Sí, Señor, yo creo que Tú eres el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo…”

¡Señor auméntanos la fe y la confianza en ti, queremos ser buenos y no malvados y adúlteros!. . .

75610018 CD9A 492B 9C9C 3505C9D59911

Imprimir Correo electrónico

Gracias a Google, Norton y McAfee, te podemos garantizar que nuestra web, su contenido y los servidores desde donde se proporciona el servicio, son 100% seguros y están verificados. Puedes comprobarlo pinchando en las imágenes de abajo .
navegacion segura googlenavegacion segura nortonnavegacion segura mcafee

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!