• 1

INVOCACIÓN DEL NOMBRE DE JESÚS

38 Juan le dijo: « Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros. »
39 Pero Jesús dijo: « No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.
40 Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. » (Mc. 9,38-40)

Hay un episodio en la vida de Moisés muy paralelo a éste de la vida de Cristo: Dios-Yahvé mandó a Moisés que llevara ante la Tienda del Encuentro a setenta ancianos de Israel, para ser invadidos del Espíritu del Señor y que ayudaran a Moisés a llevar la carga de dirigir al pueblo de Dios. Así lo hizo Moisés y los ancianos comenzaron a profetizar. Pero dos de ellos, no acudieron a la cita y se quedaron en el campamento y allí mismo también profetizaban. Josué, ayudante de Moisés, pidió a éste que se lo prohibiera. Y él le contestó: “¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo de Dios fuera profeta!”

Así mismo, aquí en el Evangelio, Juan avisa a Jesús porque uno cura y echa demonios en su Nombre y le pide que se lo prohíba… Jesús le responde con la misma bondad y mansedumbre de Moisés: “No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi Nombre, no puede luego hablar mal de mí”

Todo el que obra en Nombre de Jesús está a favor de Él, cree en Él, aunque no lo diga o parezca no seguirle. Se siente invadido de su fuerza misma, le admira y le sigue con sus obras, no quizás con sus palabras…

Pero esta fe encubierta, desconcierta a los discípulos de Jesús que muchas veces no entienden los caminos de Dios para cada uno de sus hijos, prefiriendo actitudes manifiestas, a la intención secreta de cada una de las conciencias… Jesús nos invita en este Evangelio a no juzgar por las apariencias, sino a “dejar que venga el Señor y desvele lo que hay en el interior de los corazones”…

Todo hombre que busca, en el Nombre de Jesús, liberar a sus hermanos de las dolencias y enfermedades, así como de las influencias malignas de este mundo, está haciendo una cosa muy buena. Sigue al Maestro, cuya vida era liberar a los enfermos y oprimidos por el diablo. Un hombre así, ama como Jesús y le imita en su Benevolencia y Amor, vive para servir… No busca su propio bien, sino que va en busca de la Misericordia y el Amor con su prójimo…

¡Hagamos lo mismo! Creamos en la fuerza sanadora del Nombre de Jesús y sigámosle en una vida santa y entregada!

7118B2B2 2258 4641 BC48 9A7294541306

Imprimir Correo electrónico

Gracias a Google, Norton y McAfee, te podemos garantizar que nuestra web, su contenido y los servidores desde donde se proporciona el servicio, son 100% seguros y están verificados. Puedes comprobarlo pinchando en las imágenes de abajo .
navegacion segura googlenavegacion segura nortonnavegacion segura mcafee

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!