SÓLO EN SU CASA, UN PROFETA ES DESPRECIADO
1 Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.
1 Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.
1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.
2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
3 « Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
15 Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.
16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
1 Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar.