HOY VIVE DE CRISTO POR MEDIO DE UNA ACTIVIDAD DE TIEMPO LIBRE
Queremos vivir de Cristo este verano, y hoy de la mano de Joane, con la sección: Tiempo libre. ¡Feliz día!
CRISTO ENTRA EN TU VIDA, ¿PROBAMOS?
¿Cuántas veces te has preguntado "¿Me sirve de algo orar? ¿Supone algo para mi vida? Siento que sólo caliento el banco..."?
A continuación, te propongo un experimento que te dará respuesta a esos interrogantes. Puedes hacerlo solo o en familia.
En la cocina coge:
-Un huevo
-Vinagre
-Un tarro de cristal con tapa (para que no salga el olor a vinagre) o también puede ser un vaso más grande que el huevo.
EL HUEVO:
Coge el huevo en tus manos, obsérvalo. Seguro que lo has cogido con cuidado, con mucho cuidado para que no se rompa. Es frágil, ¿verdad? Tiene cascara para protegerse, pero no lo suficientemente fuerte.
Así nosotros muchas veces, al sentirnos frágiles, vamos construyendo a nuestro alrededor una cascara para protegernos ante nuestros miedos, ante nuestra debilidad, ante el qué dirán... Construimos una cascara de apariencia bajo la que nos escondemos y no nos permitimos ser nosotros mismos.
EL TARRO
El tarro es todo lo que te rodea, tus circunstancias, tu familia, las vivencias de cada día.
Mete el huevo dentro.
VINAGRE:
El vinagre representa la oración, esos ratos que pasas junto al Señor a lo largo del día.
Ve echando vinagre sobre el huevo, deja que llene tus circunstancias, tu día a día, recordando esos momentos que estás con Cristo y, si no los tienes, aquellos que piensas que podrías tener:
Oración, Eucaristía, bendecir la mesa, Rosario, dar gracias al Señor…
No pares de echar vinagre hasta que el huevo quede cubierto. Así, tus circunstancias son las mismas, pero dejas que Cristo entre en ellas, le das la oportunidad de entrar en tu vida.
¿Y ahora qué?¿De qué me sirve?
Cierra el tarro o tapa el vaso (es para que no salga olor). ¿Lo has hecho ya? ¡Empieza el efecto oración!
DÍA 1
Parece que no pasa nada, ¿verdad? Mira con atención. ¿Ves unas burbujas? La cascara del huevo se va cubriendo de oxígeno.
Así, parece que al orar nada cambia. Sin embargo, al ponerte delante de Cristo, dejas que entre en tu vida y te cubra, descubrirás que te regalará pequeñas burbujas de oxígeno que te darán luz a ese problema que tanto te pesa, te dará Su amor para que ames a esa persona que tanto te cuesta, consolará tu corazón... Todo lo que te rodea parece igual, pero tú empiezas a respirar mejor, empiezas a respirar desde el amor y...
DÍA 2
El huevo empieza a cambiar de textura, es más blando, y se desprende una capa finita que lo recubre.
Ahora que ya respiras de otra forma, de la mano de Cristo viene el cambio, pues tu forma de vivir ya no será la misma: empezarás a vivir desde el amor. Llegarás a pensar que todos han cambiado y, sin embargo, es Él el que te regala ojos nuevos que miran con ternura, que acogen... y se te irá ablandando la cascara. Pues tus gestos, detalles, sonrisa... la irán rompiendo en mil pedazos, e irá saliendo de ti una persona nueva. Más "blanda", pero más libre y feliz.
DIA 3
Este día el huevo comenzará a tener un color más claro y un tamaño más grande.
Todo lo que cubría al huevo ha desaparecido en su totalidad.
Te encuentras con que esa cascara que te cubría, esos miedos, la apariencia… ¡ha desaparecido! Te sientes libre, amado como eres y como estás. Vuelve a ti la alegría que habías perdido, ¡puedes hasta botar! Blandito, divertido… ¡ése eres tú!
TOQUE FINAL
Por ultimo, con un cuchillo haz un corte en la parte superior del huevo. Verás que se abre, y aparece un huevo con su clara y con su yema en el centro.
LA YEMA
Es Cristo, Él se ha quedado en el centro, Él quiere estar en el centro de tu vida. Él es el motor que te impulsa a amar con Su amor, a mirar con Su mirada, a sentir con Sus sentimientos... Merece la pena, ¿verdad?
Deja que Cristo entre en tu vida, que Él llegue a ser tu centro y, una vez que hayas hecho el experimento con el huevo, pasa a ponerlo en practica. Dedica cada día de estas vacaciones 10 minutos a parar delante del Señor, si es posible en una iglesia y, si no, en otro lugar, a solas con Él. Tu textura, tu cascara... ¡todo!, aunque tus circunstancias no cambien, será nuevo.
VIVE DE CRISTO