EL VESTIDO DE LA NOVIA
DÑA. ASUNCIÓN
Alrededor de cada devoción a María hay multitud de testimonios de su intervención materna en favor de los fieles que confían en su protección; los hay muy sencillos que encajan en la misma vida y ahí están, como el respirar, como el trato en familia, como la madre que cumple su misión y todo el mundo lo da por hecho pero lo necesita vitalmente. Hay detalles o intervenciones más llamativas, algunas quedan sólo al abrigo de unos pocos corazones…otras se difunden y se van transmitiendo y nos edifican en el recuerdo y luego en la historia porque…la historia es importante, imprescindible reconocer los gestos de Salvación de Dios por nosotros , es revivir la Historia Sagrada, la de la Salvación de cada uno.
Por esto y por ser fiel a la tradición recibida en esta comunidad con respecto a los regalos de la Virgen del Rosario, me siento movida insistentemente a relatar lo que he oído y visto sobre la historia de Dña. Asunción y su vestido de novia. Puede que algún detalle no sea exacto, pero la esencia sí lo es.
He sido sacristana varios años y también oí a las anteriores y a las mayores siempre que como de 50-60 años para acá había dos vestidos para la Virgen del Rosario que sale en la procesión, la de la Cofradía. Los dos son procedentes de sendas donaciones de vestidos de novias adaptados y elaborados por las monjas. Uno está bordado en oro y es de color marfil y el otro es de seda blanca bordado en plata; el 1º de la Sra. Pilar Asenjo y el 2º de Dña. Asunción. Del 1º creo que no hay más historia que la donación por la devoción familiar a la Virgen; pero de la 2ª tenemos una hermosa historia de Amor… de Amor humano y de Amor divino.
Asunción era una joven farmacéutica que vivía en la plaza mayor de Lerma; estaba a punto de celebrar matrimonio con un joven médico llamado Melchor y antes de la boda ella contrajo unas fiebres que hicieron temer por su vida. Cuando aquel octubre del año… La Virgen del Rosario salió en procesión y pasó por la plaza, Asunción la miró desde su balcón con ternura de hija y con anhelos de llevar a cabo su precioso y noble proyecto de matrimonio. Debía sentirse mal por la gravedad de su enfermedad, pero su corazón voló hacia el Corazón de la Virgen que la comprendía excepcionalmente. Asunción, de algún modo, la pidió que la curara y la prometió su vestido de novia para que Ella lo vistiera en adelante.
El siguiente dato es la evidencia de haber visto vivir de cerca a esta familia con sus hijos y a Asunción con una veneración, desvelo y generosidad extraordinarios por la Virgen, la Cofradía y las monjas que bordaron el vestido con esmero y cariño y con material pagado por la donante.
Podría haber mil detalles, podrían contarnos sus hijos lo que vieron y oyeron a su madre… aquí damos testimonio del vibrar de esta mujer y esta familia cuando cada año alterno la Virgen del Rosario viste su vestido y vuelve a recorrer la plaza.
Dña. Asunción se fue al Cielo con la Virgen hace unos pocos años. el vestido sigue engalanándola cada dos años, la Cofradía sigue viva y el pueblo de Lerma festeja a su Madre y acuden cofrades todo el mes de octubre a rezar el rosario y las monjas seguimos preparando la fiesta vistiendo a Ella y a Santo Domingo con la esperanza de que nuestro pueblo y nuestras gentes sigan enlazadas por las “Aves, padrenuestros y glorias” como esos “dieces del rosario que son escaleras para subir al Cielo las almas buenas”… allí nos esperan Pilar, Asunción, mis abuelos y cada uno de los cofrades que en octubre venían a rezar .
Agradecemos el testimonio valiente de todos los lermeños que toman el relevo de nuestros predecesores y siguen lanzando el grito de “¡¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO!!!” acogiendo su Cariño y protección en el corazón.
4-septiembre- 2017
Sor Inés Carmen de San José