Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días está lloviendo de continuo. Una lluvia fina y nada agresiva. Pero hoy, ésta tiene una característica que a mí me parece especial.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
La vida siempre nos está desinstalando. Basta con que digamos “qué bien estoy”, para que venga cualquier cosa que nos saque de nuestra zona de confort y nos ponga en marcha. ¿Casualidades? Más bien, como dice la Palabra, “el Señor se sirve de todo para el bien” (Cf. Rm 8, 28).
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer, yendo al claustro, me encontré la puerta cerrada. Me llamó la atención lo brillante de la cerradura. Evidentemente, la habían puesto nueva.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Los domingos y los días de fiesta, ponemos música mientras comemos. El día del Pilar, es costumbre poner jotas a la Virgen. Me tocaba a mí ponerlo, pero no había manera de encontrar el CD.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ya estamos de lleno con los envíos de los calendarios. Es muy bonito ver organizada la sala de trabajo en estos días; todo son cadenas donde cada una tiene un trabajo. Hay días en los que me toca el trabajo de reposición, de reponer calendarios en las mesas, medallas, sobres... Otro trabajo implica estar en el ordenador sacando etiquetas, tickets, y manejando incidencias. Otro día te toca estar al teléfono ayudando a rellenar formularios para aquellos que nos llaman porque no saben o no pueden.
