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EL PADRE Y YO, SOMOS UNO

17 Pero Jesús les replicó: « Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo. » 

18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba  a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. 

19 Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: « En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. 

20 Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. 

21 Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. 

22 Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, 

23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. 

24 En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 

25 En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. 

26 Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, 

27 y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. 

28 No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz 

29 y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. 

30 Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. (Jn. 5, 17-30)

 

El Padre y Jesús, son Uno, porque ambos son de la misma naturaleza divina. Pero por ser Dos Personas distintas, cada una tiene su propia voluntad para actuar. Mas, al ser Jesús, el Hijo, la impronta del Padre, no hay en Él otra actuación que la del Padre. Y esto es así, porque “el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que Él hace”. Como Dios que es, Jesús, sabe todo del Padre porque ambos son eternos. Pero Jesús, como Hombre verdadero, va sabiendo lo que el Padre quiere de Él, porque vive en el tiempo. Por esto, dice Jesús que “el Padre le ha de mostrar obras mayores que, dejará estupefactos a sus oyentes”. Y, esta Obra, entre otras, será el poder resucitar a todos los muertos y darles Vida. ¿No dijo Jesús en otra ocasión: “Yo soy laResurrección y la Vida”? Así, Él, con el poder del Padre, da vida a los que quiere.

Estas cosas que, dijo Jesús mientras vivía con nosotros, nos dejan maravillados porque habla de su Vida Divina junto al Padre, como si lo estuviera viendo en ese momento. ¡Nos sentimos muy pequeños, al vernos depositarios de los secretos de Dios, nosotros que somos caducos y además pecadores! Pero en esto, hamostrado Dios, el amor que nos tiene, pues podía habernos dado la vida sin más, ¡pero no!, Él ha querido,como la delicadeza de una madre, enseñarnos por qué nos ha entregado sus Misterios, y para qué nos ha llevado de la mano hasta entrar en la eternidad de Dios: “bien, siervo bueno y fiel, pasa el banquete de tu Señor”. ¡Dios mío, qué inmensa gratitud se despierta en nuestra alma al escuchar y contemplar tus Palabras transmitidas por la boca de San Juan! ¡Tú Señor, eres la Vida y quieres dárnosla a todos: A los alejados de Ti, provocándolos a la conversión y dándoles después, la gracia de una vida santa; A los indiferentes,aleteando con tu Espíritu Santo para despertarles a la fe; A los que ya te conocen y sirven, encendiendo en su corazón unos grados de fervor, para que nada ni nadie los separe de Ti; A los verdaderos adoradores que,te aman sobre todas las cosas y esperan con ansia tu Venida y su esperanza quedará colmada, porque “no abandonas a los que te buscan” con sed y deseo grande; Y por fin, también a los muertos en el Señor, el Dios de la Vida, les sacas de las tinieblas de la muerte para iluminarlos en la claridad de tu Luz, en tu Gloria eterna.

¡Nunca podremos agradecer lo suficiente, el que San Juan, nos haya dado las profundidades y sabiduría de lo hondo de tu Palabra! Son “los Misterios escondidos desde siglos y generaciones y que ahora nos han sido revelados”.

¡Señor, no te canses de invitarnos a la mesa de tu Palabra que, nos alimenta para nuestro andar cotidiano,hasta que, lleguemos a la Patria eterna, donde todo es claridad por el Amor! ¡Qué así sea, oh Dios! ¡Amén!¡Amén!

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