TODO ESTÁ ACABADO, E INCLINANDO LA CABEZA, ENTREGÓ EL ESPÍRITU (JN 19, 30)
SEXTA PALABRA DE JESÚS EN LA CRUZ
¿Que está acabado para Jesús?: La obra que el Padre le ha comentado, “Que no pierda ninguno de los que creen en Él”…
Y esta consumación está en la Cruz donde se recoge toda la Sangre de nuestra Redención, para la salvación de muchos… Y fue providencia y una dignación, que inclinara la Cabeza, hacia “su Cuerpo”, que es la Iglesia… Y así lo vemos siempre en los Crucifijos, en los que Jesús ya está muerto… ¡Qué gran esperanza y consuelo nos ha dejado en esta inclinación!... Hasta en su hora suprema, no ha dejado de manifestar gestos que pudieran fortalecer nuestra debilidad y animar nuestro espíritu al Amor…
Y nos dio su último aliento de vida, en el Espíritu… Este, siempre animó todas sus acciones: “El Espíritu del Señor, está sobre mí porque Él me ha ungido”… con óleo sagrado, y Él me ha enviado a curar y sanar”…
Por ello, este fin de Jesús, es nuestro comienzo para vivir una vida de acción de gracias y bendición, a quien tanto nos ha bendecido con su Amor… Que en vida, no podía contemplar una miseria en un hermano, sin acudir, con su Espíritu, a remediarla y poner su mano piadosa sobre ella…
¡Tú, Jesús, con tu obediente docilidad y mansedumbre, nos enseñas a acabar en nuestra vida, la obra que el Padre nos ha encomendado!: ya gozando, ya sufriendo, ya muriendo, pero siempre en obediencia sumisa y amorosa…
¡Ayúdanos con tu gracia, para que así sea! . . .
