Hoy el reto del amor es que llames a María y le pidas que sea causa de tu alegría
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
MARÍA
Desde hace unos días estamos de ejercicios espirituales. Están siendo muy especiales porque son marianos. Cada día nos habla de una de las distintas advocaciones de María. Por lo tanto, nos hablará de ocho distintas. Hoy ha sido María, causa de nuestra alegría. Me ha encantado, pero sobre todo me ha llegado al corazón: ¡Ella es causa de mi alegría! Gracias a Ella tenemos a Cristo con nosotros. Ella es la fuente de la Vida.
En la oración le preguntaba al Señor: “¿Qué es la alegría?” Y en ese rato con Él, le decía lo que creo que no es, para poder quedarme con lo que sí es.
La alegría cristiana no es una emoción o un estar siempre contento. Es algo mucho más profundo, sereno y firme. Me daba cuenta de que solo puede nacer del Señor, de sabernos amados por Él de una manera totalmente gratuita. Esa sí es la alegría de María, en medio de todo lo que tuvo que vivir. Ella permaneció serena, firme, con esa alegría que solo puede venir del Señor.
Esta es la alegría que quiero tener y vivir de ella: saber que todo está en manos de María y que Ella se lo presenta a Jesús.
Me ha impresionado mucho una cosa que nos ha dicho el Padre: “Mirad, cuando decimos ‘Dios te salve, María’, estamos llamando a María, y por lo tanto Ella se hace presente.” Lo he dicho miles de veces, pero nunca lo había visto así: Ella se hace presente, tan real como la vida.
Hoy el reto del amor es que llames a María y le pidas que sea causa de tu alegría. No dejes que nada ni nadie te quite la alegría que el Cielo te regala.
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
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