Hoy el reto del amor es revisar cuántas pestañas abiertas tienes
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EMPEZAR DE CERO
El otro día estaba trabajando en internet con la tablet. Muchas veces me pasa que, además de lo que voy buscando, encuentro otros artículos muy interesantes... así que los abro en pestañas nuevas, para mirarlos “cuando tenga tiempo”.
De este modo he conseguido reunir más de 70 pestañas abiertas a la vez, todas a la espera de ese rato libre que no parece querer llegar...
No te voy a negar que el asunto empezaba a agobiarme, pero seguía sin encontrar el momento de revisar esas pestañas pendientes. Hasta ayer.
No, no es que me diera una panzada a leer... en realidad, lo que di fue a no sé qué botón... y se cerraron todas las pestañas de golpe. Sin preguntar y sin posibilidad de recuperarlas.
Te diría que me enfadé un montón, pero, antes de que pudiera hacerlo, me salió por dentro un grito: “¡¡Vida nueva!!”.
Pues sí, empiezo de cero. Empiezo una vida nueva. Es cierto que las pestañas se han cerrado de golpe, y hay cosas que se me han quedado “perdidas”... pero también es cierto que ahora la tablet funciona más rápido, ¡más ligera! ¡¡Y hasta yo misma me siento más a gusto con el horizonte despejado!!
De pronto he caído en la cuenta de que esto es lo que Cristo quiere hacer en nuestra vida... ¡aunque Él no cierra las pestañas de golpe! Su amor por ti le hace ser infinitamente respetuoso: solo tocará aquello que le des permiso. Quiere regalarte una vida nueva... pero jamás saltará tu libertad.
Por eso siempre nos espera. Para que, en el momento en que queramos abrirle, ¡le encontremos!
Es fácil llenar el corazón de “pestañas sin resolver”: problemas, recuerdos, preocupaciones... que hacen que nuestro sistema funcione más despacio, pesadamente. Cristo te invita a dejar todo eso en Sus manos. Te ama tanto, que se ofrece para llevar lo que te pesa y juntos ir cerrando pestañas... para verte de nuevo avanzar ligero.
Hoy el reto del amor es revisar cuántas pestañas abiertas tienes. ¿Cómo “funciona” tu corazón? ¿Se ha atascado en algún punto? Te invito a que hables con Él sobre eso que te pesa, los asuntos pendientes... y que los pongas en Sus manos. Entrégale lo que te preocupa, pon a cero tu contador, ¡y disfruta! ¡El Señor camina a tu lado! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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