HOY EL RETO DEL AMOR ES VIVIR EL PRESENTE

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

EL PAN DE CADA DÍA

La semana pasada me ocurrieron un montón de cosas: se me rompió el rosario grande que llevamos colgado en el cinto, con el prestado (que era más largo) me enganché en una puerta y por poco no me fusioné con ella, el cinturón que me agenciaron casi me daba dos vueltas...

"¡Dios mío, qué gozada! ¡Esto del rosario es una mina!", me decía a mí misma, "¡Me salen retos por todas partes!"

Así pues, aprovechando la época de abundancia, preparé mi particular "despensa de retos"; es decir, una nota que titulé 'Ideas para retos'. En otras palabras, hice un listado de campeonato. Ya no tendría que pensar en el reto en unas cuantas semanas.

Sin embargo, hoy he querido comenzar por la primera idea de mi lista... y nada, que no me salía. He empezado varias veces, pero aquello me sabía a "reto enlatado". Y no se puede comparar un plato de lata de conservas... ¡a un plato casero recién hecho!

Ahora, delante del Sagrario, sólo me sale reírme y darle gracias porque no me haya dejado "tirar de despensa". ¡Qué forma más original de decirme que Él quiere sorprenderme cada día! En vez de agarrarme a lo de ayer, me invita a lanzarme a descubrirle hoy.

Es impresionante lo fácil que resulta quedarse atrapado en el pasado, o vivir preocupado por el futuro... incluso ambas a la vez. Sin embargo, el regalo que te hace Cristo hoy es... ¡hoy! ¡El presente!

Un sacerdote me dijo hace tiempo que, para encontrar a Jesucristo, sólo se necesitan dos coordenadas: 'aquí' y 'ahora'. ¡Él está a tu lado! No mires a distancia, por delante o por detrás... ¡mira junto a ti! Él está contigo, deseoso de vivir este día cogiéndote la mano para mostrarte hoy todo su amor.

Hoy el reto del amor es vivir el presente. Para ello, te invito a que en tu oración hagas un acto de confianza en Cristo: deja en sus manos tu pasado, pon en sus manos tu futuro; y pídele unos ojos nuevos para empezar este día viéndolo como un regalo. Hoy pon tu contador a cero y llénalo de amor. ¿Cómo? Hoy dile a una persona (o a varias) "te quiero". En casa, en una llamada... ¡hoy, pan de amor casero y reciente para todos! ¡Feliz día!

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