Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Qué pases un feliz día.
EL SEÑOR ES LA ROCA PERPETUA.
Y seguimos con la sequía persistente que, nos hace sufrir a todos. El Señor, por sus razones inescrutables, no envía la lluvia que esponje nuestros campos, para que las semillas crezcan y den fruto. Y estas penas de los hombres, son también nuestras penas. Pero nosotras, no solo por nuestra vocación cristiana, sino también religiosa, no ponemos en punto muerto nuestras preocupaciones. Tenemos un camino poderoso y eficaz con la oración continua al Señor que, no deja de escuchar, ni una sola de nuestras plegarias, pero el que, oiga todo lo que le suplicamos que, puede ser muy bueno, no quiere decir que responda siempre según nuestras expectativas.