Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Tenía que llenar el cajetín de la lavadora con jabón, pero al cogerlo de su caja, me encontré con auténticas ‘piedras de jabón’. El polvo se había solidificado por la humedad; no me quedó más remedio que picarlo para que recuperara su estado normal.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El domingo teniamos cambio de hábitos, y pensé: "Recién limpio, veremos cuánto me dura". La verdad es que el hábito blanco es muy bonito y elegante, pero también se mancha muy rápido. Llegó la comida y algo me salpicó el escapulario con una mancha muy pequeña en la mitad. Salí de comer y una hermana me dijo: "Ya te has manchado". Contesté que sí y que ahora la quitaría, pero se me complicó y no pude.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando estoy en mi turno de cocina, me encanta sentarme a desayunar mirando por la ventana. Siempre se ve el mismo viejo nogal; sin embargo, según la época del año, el Señor nos regala un paisaje completamente diferente. No hay día que no despierte en mí un bonito asombro ante la belleza que puedo contemplar.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estaba de cocinera y ese día tocaban “sobras”.
-En la nevera hay unas pechugas fritas -me indicó la procuradora-. Con una salsa o algo, será suficiente.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
- ¿Joane, tú qué piensas?
