Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Todos los años me gusta empezar un cuaderno, una agenda... y ayer fue el día. ¡Miraba la página en blanco, el año en blanco! ¿Cómo empezar?
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Empezamos el año 2021. Orando me planteaba qué quiero desearte para este nuevo año. He recibido muchas felicitaciones donde me desean paz, salud, alegría, esperanza, ilusión... un montón de cosas, pero lo que me preguntaba era que dónde está el motor de todo esto, porque en nosotros no está. Nosotros no podemos dar salud a nadie, ni esperanza... ni tantas cosas. Podemos dar un ratito de todo eso, pero el poder vivir con paz continua, con alegría, con esperanza, solo nos lo puede dar Cristo.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hoy se acaba el calendario: se han terminado los días en la agenda, toca cambiar, todo será nuevo.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día me comentaron un hecho muy curioso que acaban de estudiar un grupo de psicólogos, y al que han bautizado con el simpático nombre de “fenómeno Ikea”.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Este año, en el Belén, con los que más me veo identificada son los pastores. Hay algo de ellos que me encanta. Y es que Dios los eligió como testigos de su nacimiento no por sus méritos, ni porque fueran los mejores, ni los más importantes, sino todo lo contrario: porque eran lo suficientemente sencillos para tener el corazón abierto a acoger una noticia tan “contradictoria”: “Os ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor... lo encontraréis envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.
