Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ya hemos iniciado el tiempo de Adviento, período de esperanza, en el que todo apunta a la vida y en el que sientes una alegría especial porque sabes que llega tu salvación.
Hola, buenos días, hoy sor María Jesús nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Todos tenemos experiencia, cuando nos metemos a hacer obras en casa o necesitamos algún técnico para arreglar algo, quedamos en el día y hora que vendrán y ese día o esa tarde cambiamos los planes: estamos de espera.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Siempre he celebrado la Navidad: he puesto el Belén, comido con la familia, buscado de algún modo un significado más profundo… pero, en realidad, la primera Navidad vivida en su pleno sentido experimenté realmente la salvación en mí. Que Jesús me daba un corazón nuevo porque lo que yo no podía… Él lo hizo en mí. Aquellas Navidades fueron diferentes.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En estos días caminar por las calles te llena de luz, muchos escaparates ya tienen las luces de Navidad, en los centros comerciales hay un desbordamiento de luz… Al verlo me daba cuenta de cómo esta luz rompe la noche. A mí la noche me impresiona, la oscuridad no me gusta, me siento indefensa e incluso me quita la paz. En cambio, en la luz, todo cambia, cobra sentido. Puedes ver y caminar con confianza.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Desde que estamos con los calendarios, cada día hay una herramienta que utilizamos mucho: la carretilla. Es muy útil, porque trasladar cajas pesadas del almacén hasta la sala de trabajo se hace totalmente ligero y fácil. ¿Podríamos trasladarlas a mano? Perfectamente, pero sería un poco absurdo que optemos por echar fuerza en algo en lo que no es necesario teniendo esta ayuda… Es lógico, ¿verdad? Pues este ejemplo me valió ayer de mucho.
