HOY VIVE DE CRISTO POR MEDIO DE LA BELLEZA Y DEL SALMO DEL DOMINGO

Queremos vivir de Cristo este verano, y hoy de la mano de Sor Ines, con la sección: Belleza ¡Feliz día!

MI ROSAL tiene añejos esos troncos,
del calor y del tiempo se han curtido
y aunque hacia fuera están envejecidos
la savia les recorre en su regazo.

Anoche dije que quería
estar atenta, oh Dios, a tu mensaje
y hoy me dices, Señor, que a Ti me abrace
porque en Ti se conforta el alma mía.

Y si al amanecer la luz anuncia un mediodía,
quiero permanecer siempre despierta
porque mi corazón abre su puerta
a hacer Tu Voluntad y no la mía.

Porque el rosal que añejo está en el tronco
que parece que ya no tiene vida,
empuja Vida en su brutal despojo
y en rosas muestra fruto y armonía.

Rosa de invierno, luz de mediodía,
dime ¿dónde engendraste tus amores?
En mi raíz estaban ya las flores
que las espinas puras protegían.

Porque si Tú no estás no tengo vida
porque sin Ti, mi Dios, no encuentro fiesta,
porque TE QUIERO y eres mi respuesta
porque abrazada a Ti voy donde digas.

La naturaleza refleja el proceso de la vida de los hombres; contemplar su evolución pone palabras y expresión a la realidad del desgaste humano que sigue ofreciendo frutos de solera. Nos ofrece la posibilidad de valorar y aprender de nuestros mayores.

VIVE DE CRISTO

Queremos vivir de Cristo este verano, y hoy de la mano de Sor Maria Jesus , con la sección: Salmo responsorial ¡Feliz día!

Día 31 de julio, domingo XVIII del Tiempo Ordinario, ciclo C

Salmo 89, 14-17, 30-31, 33-34, 36ab
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación
Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: retornad, hijos de Adán.
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó una vela nocturna.
Si tú los retiras son como un sueño, como hierba que se renueva
Que florece y se renueva por la mañana y por la tarde la siegan y se seca.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.
Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prosperas las obras de nuestras manos.

Este domingo todas las lecturas tienen mucha sintonía. Normalmente la primera está relacionada con el Evangelio y como el salmo responsorial es la respuesta a ésta, podemos ver fácilmente cómo la 1ª lectura, el salmo y el Evangelio tienen el mismo tema. Sin embargo este domingo, además, la 2ª lectura también viene a impulsarnos a buscar los bienes de arriba y dejar las cosas de este mundo. En el Evangelio vemos cómo quieren enredar a Jesús poniéndole de mediador en un altercado meramente humano y lo explica con una parábola que da luz al Eclesiastés, aunque uno tenga muchos bienes, su vida no depende de sus bienes. Todo lo que no se hace según la voluntad de Dios resulta pérdida, sin sentido, vaciedad.

En la primera lectura, el sabio autor del libro del Eclesiastés, que es un libro para el que preside la asamblea, esto quiere decir el nombre, ha reflexionado profundamente sobre la objetiva pequeñez de las mayores cosas que podemos hacer. Concluye que todo es vanidad; a primera vista parece que es uno que está frustrado o deprimido, sólo a primera vista; y el salmo viene a reorientarnos: es sabiduría volvernos a Dios ante la reflexión de lo efímero de la vida humana y la caducidad de todo lo que podemos realizar. Dios es la Roca firme, y quiere llevarnos a apoyarnos en El.
Nos dice el título de este salmo que es una oración de Moisés, hombre de Dios. En todo caso es la oración de un sabio empapado en las Escrituras, por las alusiones que hay a diversos pasajes, sobre la brevedad de la vida y la debilidad del hombre. El autor ve la vida de los hombres como una corta trayectoria entre el nacer y el morir, y este poco de vida cargado de miserias. Es un salmo de oración o súplica de un humilde que se siente indigno ante Dios, el Dios de la vida. Se muestra con serenidad un poco amarga y de carácter sapiencial. La súplica no pide la duración eterna para esta caducidad reconocida sino que el reconocer la caducidad humana es un trampolín para pedir el don de temor. El orante es un yo pero en plural, una nación, un pueblo entero dentro de la historia. La última parte tiene varios planos: el individual, el hombre en general y el pueblo. La súplica es a favor del pueblo para que sea restaurado.
Podemos apreciar en el salmo entero 3 partes casi iguales. La primera es un Himno sobre la estabilidad y la eternidad de Dios que en la segunda parte aparece en contraste con la caducidad y fluidez humana para pasar a la tercera parte donde se mezclan los dos motivos y se hace la súplica.

Del primer versículo salen como dos motivos de alabanza desarrollados, Dios es nuestro refugio por siempre; un refugioestable para todas las generaciones que se suceden. Estos dos motivos desarrollados en la segunda parte con bellos contrastes,que se omiten al cantar el salmo de hoy, por lo que sería buenísimo poder orarlo entero en una Biblia, preparan para la invocación de la tercera parte del salmo donde se pide a Dios, antes que nada, la sabiduría que es el don de temor al que nos ha llevado la reflexión sobre los contrates de Dios y el hombre.

El salmista se refugia, confía en Dios que ha protegido a cada generación. Admitir nuestra caducidad tiene sentido si nos lanza como al autor del salmo a refugiarnos en el Eterno, en la Roca, que es Dios y ahí dejarse contagiar de su grandeza, de su estabilidad, de su vida. Este contacto da plenitud a la vida humana que es caduca pero con destellos de eternidad.

Pocas veces pensamos en lo caducos que somos. Más bien nos sorprendemos siempre cuando algún suceso nos lo recuerda. Creemos que las fechas de caducidad son de este tiempo para los alimentos y demás productos consumibles… también nuestra vida se consume poco a poco pero para llegar a la plenitud. Todos tenemos una fecha concreta que, solo conoce el Padre que nos ama,en que caducaremos a esta vida para renacer a la Vida verdadera. Tener esto presente es una gran sabiduría y hace que se enfoque la vida de otro modo. “Enséñanos a calcular nuestros años para que adquiramos un corazón sensato” Este reconocimiento no es para abrumarnos sino para adquirir un corazón sensato.
Creo que se ha ido perdiendo el “si Dios quiere” que acompañaba por ejemplo a una despedida: “hasta mañana, si Dios quiere” o a un proyecto: “iré, si Dios quiere”; en todos nuestro planes sería buenísimo hacernos conscientes de que antes de que algo sea mi plan, es sabiduría y da paz, buscar la voluntad del Señor. Señor, ¿qué quieres que haga? O por lo menos sin no hemos hecho el paso previo podemos añadir “si Dios quiere”.
Hasta el próximo domingo, si Dios quiere, que será el mes de Agosto, mes de Santo Domingo. Felices días disfrutando reorientando la propia vida según la voluntad de Dios y que El sea vuestro refugio siempre.

VIVE DE CRISTO

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