CELEBRANDO EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS
Hoy es el día que la Iglesia nos regala para recordarnos que la santidad no es algo lejano para unos pocos si no que es para todos, para ti y para mi también sin dejar de ser quien eres. Ser santo es vivir de Cristo, dejar que Él esté en el centro de tu vida.
Estos días levantamos los ojos al cielo al Cielo para mirar a los que nos han precedido en ese vivir de Cristo y llenarnos de esperanza para caminar en nuestro día a día. Después de comer hemos ido al cementerio a llevar flores y rezar el Rosario por tantas hermanas que nos han pasado el testigo y que son testimonio para nosotras. Hemos compartido un rato bonito en Comunidad y las hojas de otoño caídas por el camino nos han invitado a terminar “bajo una lluvia de hojas”. Cristo no te quita nada...¡te lo da todo!
A lo largo de estos días, acércate allí donde están tus seres queridos; háblales de lo que tienes en el corazón y mira al Cielo de su mano.
¡Feliz día de todos los Santos!