Hoy el reto del amor es ponerte a la tarea con esta sencilla oración: “Di, Señor, que tu siervo escucha”
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EL QUE TODO LO HACE NUEVO
Dentro de unos días será el cumpleaños de mi “compañera de oraciones”. El primer día del año hacemos un sorteo, de manera que toda la comunidad queda repartida de dos en dos como “compañeras de oraciones”. Así, durante todo ese año, una reza especialmente por la otra y nos ocupamos mutuamente de preparar algunos regalos para el cumpleaños.
Ayer estaba preparando un diseño para grabar en la máquina láser. Al crear la carpeta en el ordenador, me equivoqué al escribir y, donde tenía que poner “Diseños 2025”, escribí: “Diseñor 2025”.
¡Qué gracia me hizo! Porque al leerlo bien, vi la agudeza del Señor: “di Señor”. Desde entonces, siempre voy a llamar así a cualquier carpeta de diseños nuevos. En realidad, ese nombre refleja lo que me gustaría que fuera cualquier obra de nuestra creatividad: una inspiración del Señor, un ponerse a la escucha de Su soplo, un ser cauce de lo que Él quiera transmitir por nuestras manos.
Podemos tener muchos dones humanos, incluso podemos alcanzar grandes logros con mucho esfuerzo, pero solo cuando dejamos que sea el Espíritu Santo quien se sirva de nosotros y nos dejamos inspirar por Él, entonces hacemos todo de una forma nueva: con carisma, ungidos por el Espíritu de Dios. Y es así como el Señor puede transformar la vida de otras personas.
Solo el Señor puede llegar hasta lo profundo del corazón del hombre. Y Él quiere valerse de nosotros para acercarse a las personas de esta generación.
Siempre recuerdo el ejemplo de un querido predicador: “No es lo mismo hacer una tortilla sin más que hacerla con carisma; sabe diferente. O cuidar a un enfermo con carisma; la persona percibe algo distinto…”
Así también el Señor quiere llegar a los que nos rodean, a través de nosotros, en lo cotidiano, en nuestra vida del día a día. Y tan solo necesita una cosa… ¡que nosotros le dejemos hacer!
Hoy el reto del amor es ponerte a la tarea con esta sencilla oración: “Di, Señor, que tu siervo escucha”. Déjate sorprender por Su Espíritu.
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
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