Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Llevaba ya unos días queriendo limpiar mi celda, una limpieza a fondo, que incluyera reorganizar el armario. Pero, justo antes de empezar, caí en la cuenta: con el rato que tenía, si no iba a lo esencial, no limpiaría nada.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
-Israel, ¿qué has estado haciendo esta tarde?- me preguntó una hermana al llegar a vísperas
-Pues he estado en la celda… -le dije brevemente para no ponerme a enumerar cada una de las cosas que había hecho.
-Te he estado llamado a la puerta, y tenías tanto ruido dentro, que ni me has oído.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando llegué a la iglesia, me di cuenta de que, a los pies del altar, había dos centros de flores y un ramo. Me llamó la atención, ya que esta mañana no estaban allí. Pregunté y me dijeron que eran de una boda celebrada ayer. Los recién casados habían venido a ofrecérselos a la Virgen del Rosario.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando recogemos las comidas que han sobrado, normalmente las cambiamos a otro recipiente para que la siguiente que tenga que calentarla lo tenga preparado: en una cazuela para poner al fuego, en una bandeja para el horno… Es, en definitiva, cambiar la comida de un sitio a otro.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando trajeron los cuadros del retablo recién restaurados, fue muy emocionante ver cómo los desenvolvían. Todas comentaban las obras pero a mí se me iban los ojos… ¡¡¡al papel de burbuja con que los habían protegido!!!
