Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días de verano, en los que hay muchos turistas, es muy corriente que al pasar por nuestra iglesia, dejen alguna cosa entre los bancos o en la mesa que hay colocada atrás. En la sacristía, ya hemos acumulado unos cuantos "objetos perdidos", esperando a ver si sus dueños vuelven preguntando por ellos.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día vinieron una gran amiga y mi profe de órgano. Estuvimos compartiendo en el locutorio, tocando y… ¡¡¡haciendo pan!!!
Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estábamos en la Misa. Era un día de diario y por tanto, no había mucha gente en ella. Todo transcurría siguiendo el rito de la Eucaristía. Pero al llegar el momento de las lecturas, un señor que estaba atrás de la iglesia, se levantó y aplicó su oído a uno de los altavoces que, hay en el lateral de la nave central. Y, allí, estuvo escuchando en silencio. Cuando las lecturas acabaron, se volvió a su sitio.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días, estamos recibiendo varios grupos de jóvenes que se dirigen a la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal desde Austria, Francia, otras ciudades de España. Allí compartirán su fe con otros jóvenes de todo el mundo.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Delante del altar, las sacristanas han puesto un centro de flores realmente bonito. Pero, cuando me acerqué a mirarlo, mi sorpresa fue todavía mayor: entre las hojas verdes, ¡había otras secas! Y no pienses que era descuido… están perfectamente colocadas, salpicadas aquí y allí, ¡¡y dan un contraste precioso con sus tonos marrones sobre el fondo verde!!
