Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Durante los envíos de calendarios, estamos disfrutando mucho del ambiente de trabajo. Cuando se trata de este tipo de envíos, la mejor manera de organizarnos es formando una cadena donde cada una realiza una tarea.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer fui la encargada de preparar el desayuno. Cuando llegué a la cocina era de noche, pero poco a poco iba amaneciendo. Me quedé mirando por la ventana, viendo el milagro de cómo la noche iba desapareciendo y poco a poco daba paso a la luz. Al poco rato ya era totalmente de día y no quedaba rastro de oscuridad.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Tenía que pasar un himno del gregoriano (escrito con neumas) a una partitura normal (escrita con notas). No era muy largo, apenas dos líneas, así que calculé que no me llevaría demasiado tiempo. Empecé a transcribirlo pero, ¡¡¡aquello no acababa nunca!!!
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día, entré en una sala a trabajar; me senté y empecé a escuchar de fondo el sonoro "tick tock". Intenté ignorarlo, acoplarlo... pero cuanto más buscaba solución, menos me podía concentrar y más nerviosa me ponía. Levanté la cabeza y ahí estaba el enorme reloj responsable de todo.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días, no dejo de acordarme de ese dicho tan común: “estoy como un niño con zapatos nuevos”. Y es que literalmente me han regalado unos zapatos para el invierno, y los acabo de estrenar. Y cuando uno estrena zapatos, de pronto éstos “se hacen notar” más de lo común. Cuando te quieres dar cuenta, te estás mirando para ver si se están marcando las líneas al plegar el pie, o si siguen igual de nuevos; los sientes en tus pies como una novedad, les sacas características como lo cómodos que son, o cómo son de calentitos…
