Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace unos días regalé a una persona el nuevo libro de la Escuela de Lectura: “Cartas entre el cielo y la tierra”. La verdad es que no pensaba que lo fuera a leer, pero algo dentro de mí me dijo que se lo regalara.
Hola, buenos días, hoy María nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace unos días amaneció lloviendo. Caía bastante agua, aunque no duró mucho tiempo. Después de un verano tan caluroso y seco, los árboles y las plantas lo agradecieron; sus hojas se estiraron, los colores parecían más vivos y el aire olía a nuevo.
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer tuve una de esas tardes en que los problemas, las circunstancias y los acontecimientos te superan, y al final pierdes la paz. Así llegué al rosario: con la cabeza caliente y los pies fríos. Al sentarme a rezar, le pedí a María que me devolviera la paz perdida. Y, poco a poco, según avanzaba en el rezo, la paz empezó a volver. Me sentía tranquila. Pero lo que más me sorprendió fue que, junto a la paz, llegó la luz para esa situación en la que no sabía qué hacer.
Buenos días hoy sor María Jesús nos lleva al Señor que pases un feliz día
Nos había compartido una hermana que iban a pasar a visitarla unos sobrinos con sus hijos pequeños. Siempe es agradable recibir a la familia sobre todo si hay niños podemos aprender mucho de su inocencia, de su confianza... bueno, pues después de esperar no fue posible la visita... cuando hay niños hay que cambiar los planes por imprevistos, el caso es que al final la mandaron unas cuantas fotos que vimos en el recreo.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
La puerta de acceso a nuestra iglesia está rota. Bueno, no es exactamente la puerta: es algo interno de la manilla. Cada vez que intentamos entrar o salir, hay que hacer palanca varias veces hasta que el resbalón se abre lo suficiente para poder abrirla.
