Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Uno de los últimos días de fiesta de Navidad, estaba cruzando el claustro a toda prisa cuando me encontré con Joane.
-¿Te toca cocinar? -me preguntó.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
“Y avisados en sueños, para que no volvieran a Herodes, volvieron a su patria por otro camino”. Así terminaba el Evangelio que se proclamaba ayer, día de los Reyes Magos.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer, entré rápido en la celda dejando la puerta un poco entreabierta y me senté a estudiar. Al poco, escuché una voz que venía desde el otro lado:
—Hola, ¿qué haces?
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Como te compartía Joane en su último reto, este año la fiesta de los Inocentes ha sido muy intensa para mí porque… ¡era la encargada de organizar todo! Procuré sorprender a mis hermanas con mil detalles, ¡y creo que todas disfrutaron un montón!
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ya está muy cerca la festividad de los Reyes Magos, un día que siempre he considerado mágico. Pero antes de este día hay algo muy importante que no puede pasar por alto: la carta a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Siempre la he escrito en el monasterio, y este año no será la excepción. Porque escribirles es dejar que la fe crea en ellos. Ellos existieron y tenían un único propósito: encontrar a Jesús y adorarlo. Después de adorarlo, le ofrecieron sus regalos.
