Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Nuestra forma de comer es algo diferente a una casa normal. Nuestro comedor, que llamamos ‘refectorio’, es una sala enorme, donde las mesas están colocadas en forma de “U”.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Es impresionante pasear ahora por la huerta. Con el calor que ha hecho estos días, la hierba se ha vuelto de color amarillo. Al cruzar por los caminos, todo tiene aspecto seco... ¿todo? ¡No!
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer estaba recogiendo la celda y vi mis gafas. Sí, tengo gafas, aunque nunca me las pongo porque siempre las pierdo o me las dejo olvidadas.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Me vengo fijando estos últimos días en la llave del Sagrario. Esta es pequeña, sencilla. Comparada con lo grande que es el Sagrario, queda minúscula a su lado, y no digamos si me fijo en la parte que entra en el agujero de la cerradura, esa es la parte más pequeña de la llave. Sin embargo, esa cosa tan pequeña abre toda la puerta del mismo.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Unos días antes de comenzar los Ejercicios, vino a visitarnos una gran amiga de la Comunidad, Juana, con su marido. Nos habían hecho un regalo muy especial: ¡pijamas para todas! Y, ya que dicen que el ambiente ayuda, en estos días de renovación interior, decidí hacer renovación exterior, ¡y estrené el precioso pijama!
