Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Qué sensación más incómoda la de pensar que se me va el tiempo entre las manos. ¿Quién me lo iba a decir? Que, siendo monja de clausura, lo que me iba a faltar era el tiempo… No se trata de estrés, ni de presión por terminar cosas, sino todo lo contrario: que me gustaría hacer tantas cosas a la vez que es materialmente imposible.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
“¡No me lo podía imaginar!”, “¡Nunca se me hubiera ocurrido!”… Seguro que estas expresiones las has dicho muchas veces ante algo que causa en ti admiración. Pues esto es lo que me ha pasado a mí.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace unos meses, una hermana me dio un sobre con semillas y unas pastillas de fibra de coco para plantarlas. La verdad es que confío poco en los sobres de semillas porque pocas veces han llegado a germinar, y no es que no “funcionen”, es que, en un momento dado, siempre los acababa descuidando.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace ya tiempo que se instaló un ascensor en el monasterio. Se pensó especialmente para las mayores, ¡pero la verdad es que está resultando de lo más útil para todo!
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Cuando vamos a desayunar, la procuradora pasa delante de cada mesa ofreciéndonos una bandeja con algunas galletas o dulces que tenga en esa época para que la que quiera pueda coger.
