Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En nuestra huerta-jardín, hay unas zonas que da gusto verlas, en las que sale la hierba como si de la selva amazónica se tratase. Y, en el mismo terreno, dos pasos más allá, encuentras un erial que nada tiene que envidiar al Sáhara. Y, lo que quiere ser una pradera… ¡está plagado de “calvas”!
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Tenía 20 minutos para poner la mesa, encender la gloria y sacar las lavadoras. Con todo lo que tenía que hacer en la mañana, corrí a llenar la jarra de agua con la que llenamos el vaso de cada monja.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace unos días, estábamos a punto de comenzar vísperas cuando, de pronto, comenzó a entrar tanta gente en la capilla que decidimos cambiarnos rápidamente a la iglesia. Allí, con más espacio y amplitud, cabíamos todos mejor.
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer subí a los desvanes donde está todo guardado en cajas. Buscaba el material para poder pintar el Cirio Pascual. Poco a poco encontré las pinturas, el lienzo, los pinceles… Sin embargo, había una cosa muy importante que no encontré: el pan de oro. Y, la verdad, un icono sin oro pierde mucho de su sentido, porque el oro es lo que muestra la realeza, en este caso de Cristo.
Buenos días, hoy Matilde nos lleva el Señor. Qué pases un feliz día.
Estaba yo en el trabajo, pintando unas caras muy delicadas y recibí una luz del Señor, para poder entender algo que, en Dios está muy claro, pero no tanto en nuestra experiencia.
