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LA ESCLAVITUD DEL CORAZÓN

16 En esto se le acercó uno y le dijo: « Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna? » 

17 El le dijo: « ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. » 

18 « ¿Cuáles? » - le dice él. Y Jesús dijo: « No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, 

19 honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. » 

20 Dícele el joven: « Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta? » 

21 Jesús le dijo: « Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en  los cielos; luego ven, y sígueme. » 

22 Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. 

(Mt. 19, 16-22)

Este joven le pregunta a Jesús por las cosas buenas que él puede realizar y que agradan a Dios, es decir, por los mandamientos.Está todavía en la ley antigua que son unas tablas de piedra, pero no conoce la plenitud de la Revelación de Dios en Jesús, su Hijo querido.

El corazón del joven está insatisfecho con esto, pide más y Jesús se le presenta como ese más que añora.Le dice ¡sígueme!,deja todo lo que posees y ven conmigo. Pero el joven tiene el corazón dividido

Hasta ahora había armonizado bien a Dios con su bienestar, los mandamientos con esa  insatisfacción de todoPero ya no puede más, su deseo de absoluto ha subido mucho y le quema. Por ello busca a Jesús y lepregunta, sin quererlo formular, por el Bueno. Jesús lee su corazón y le enfrenta ante el dilema que vive su almao Dios en absoluto, que es seguirleEl epobreza y eterna compañía amorosa o sus riquezas... Y el joven no pasa la prueba. Guarda silencio y se aleja de Jesús, pero se lleva consigo el sabor de una tristeza que siempre loacompañará

Y el relato evangélico sigue con unaexhortación de Jesús a sus discípulos:es imposible entrar en el Reino al que pone su corazón en sus posesiones. Imposible para el hombre, pero Dios puede tocar el corazón a conversión como lo hizo enLevi o en Zaqueo. 

¡Dios lo puede todo, hay que pedírselo!

               

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