Hoy el reto del amor es pedirle al Señor vivir en acción de gracias
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UN JARDÍN “A PEDAZOS”
En nuestra huerta-jardín, hay unas zonas que da gusto verlas, en las que sale la hierba como si de la selva amazónica se tratase. Y, en el mismo terreno, dos pasos más allá, encuentras un erial que nada tiene que envidiar al Sáhara. Y, lo que quiere ser una pradera… ¡está plagado de “calvas”!
Al principio, el terreno del monasterio no era particularmente fértil. Pero, con el paso del tiempo y los cuidados de las hermanas, ha ido cambiando, ¡aunque aún hay “lugares descompensados”!
Lo que más me llama la atención es la zona del huerto, la que se cultiva y se abona: ¡¡su tierra tiene hasta un color diferente al resto!!
Todo el terreno recibe el mismo agua de la lluvia y el mismo sol. Pero unas zonas rebosan de vida mientras que otras permanecen áridas. Reciben los mismos dones, ¡la diferencia está en cómo los acogen!
Justo en ese momento me vino a la cabeza la parábola de la higuera que no da fruto (Lc 13,6). Cuando el amo habla de cortarla, el viñador propone una prórroga. ¿Y qué pretende hacer en ese tiempo? Cuidar la higuera, sí, pero… ¡¡cuidando la tierra!!
En efecto, el Señor te regala cada día mil dones con los que verdear la huerta de tu corazón: la luz de una sonrisa, la lluvia suave de esa persona que te acoge, el calor de ese rato que estás con Él…
Pero, ¿qué clase de tierra tiene tu corazón? ¿Eres capaz de descubrir esos regalos?
Bueno, sea cual sea tu respuesta, la buena noticia es que… ¡¡cualquier terreno puede ser trabajado!! ¡¡Y Cristo está deseando ponerse a ello como el viñador de la parábola!! No te des por perdido, pues Cristo sigue apostando por trabajar tu tierra, ¡incluso si no hay frutos! Él sabe que es cuestión de tiempo. Su amor es paciente...
Hoy el reto del amor es pedirle al Señor vivir en acción de gracias. La acción de gracias es la mejor herramienta para esponjar un corazón. Así pues, pídele a Jesús vivir este día atento a los regalos que Él y los demás van a ofrecerte. ¡¡Déjate sorprender!! Y descubrirás que el Señor multiplica sus cuidados hacia ti… ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
