31 DE MAYO - VISITACIÓN DE NUESTRA SEÑORA

Sof. 3, 14-17

14 ¡Lanza gritos de gozo, hija de Sión, lanza clamores, Israel, alégrate y exulta de todo corazón, hija de Jerusalén!

15 Ha retirado Yahveh las sentencias contra ti, ha alejado a tu enemigo. ¡Yahveh, Rey de Israel, está en medio de ti, no temerás ya ningún mal!

16 Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No tengas miedo, Sión, no desmayen tus manos!

17 Yahveh tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! El exulta de gozo por ti, te renueva por su amor; danza por ti con gritos de júbilo,

                 -    Es un salmo de alegría, cultual a Sión. Este salmo y el siguiente han sido añadidos para formar la conclusión de la colección.

(v. 14)      -    (Is. 12, 6; 54, 1) (Za. 2, 14): es una profusión del corazón desbordado: da gritos de gozo, da gritos de alegría: regocíjate, exulta de todo corazón. ¿A quién se dirige?: a la hija de Sion. a los hijos de Israel, a la hija de Jerusalén.

(v. 15)      -    La causa de esta excitación en el júbilo es una sola: ánimo, confianza, no temor.

(v. 16)      -    Jahvé se ha acordado de su pueblo elegido:

(v. 17)      -   1º) Ha retirado sus sentencias (Is. 40, 2), ha perdonado.

                      2º) Ha apartado al enemigo, hay paz, ya no guerra..

                      3º) Está en medio de su pueblo, Dios con nosotros, cercano y además ¡poderoso salvador!

                     4º) Jahvé:          exulta de gozo por tí (Is. 62, 5)

                                    te renueva (se calla hebr.) por su amor (Jr. 32, 41)

                                    danza por tí con gritos de júbilo.

                 -    Judá privada por Senaquerib de una parte de su territorio, vive bajo dominación Asiria, pero al debilitarse ésta, suscitó en este tiempo una esperanza de restauración nacional, acompañada de reforma religiosa.

                 -    Si Jahvé "exulta de gozo y danza", Sion, la hija elegida, exultará y danzará.

Rm 12,9-16b  

9 Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien;

10 amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros;

11 con un celo sin negligencia; con esp1ritu fervoroso; sirviendo al Señor;

12 con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración;

13 compartiendo las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.

14 Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis.

15 Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran.

16 Tened un mismo sentir los unos para con los otros; sin complaceros en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no os complazcáis en vuestra propia sabiduría.

            

                 -    El apóstol Pablo, da una serie de instrucciones para una conducta ordenada. No hay en ellas un tema constante ni una idea directriz u ordenamiento. En primer término, aparece por encima de las demás exhortaciones el amor, que debe ser “sin fingimiento” a los hermanos (V10). Es el fundamento último de la conducta cristiana (13,8-10). Si se pregunta cuál de las virtudes que se enumeran, es la primera y más específica para practicar los cristianos, cabría decir dos: “el fervor de espíritu” (V11) y “la esperanza que nos alegra” (V12). No quiere Pablo presentar aquí posturas específicamente cristianas, sino actitudes que también adoptan los no cristianos: “aborrecer el mal y tender al bien”, es un principio ético universal (V9.17.20). Son preceptos morales de la ética griega y judía de su tiempo. Usa también citas sapienciales del A.T. y del judaísmo y sus exhortaciones (V16.17.20). A través de todo esto, el Apóstol induce a que los cristianos hagan “ofrenda del propio cuerpo”.

                 -    En su conducta moral, cristianos y paganos pueden hacer lo mismo, en recta conciencia, pero la diferencia está en que el cristiano busca “cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto” (V2), es decir “sirve al precepto del tiempo” (V11), juzgando rectamente cual es ahora la voluntad de Dios. Tomo en serio mi tiempo y en él descubro la presencia divina, procurando corresponder fielmente a ella.

Lc. 1, 39-56

39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;

40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;

42 y exclamando con gran voz, dijo: « Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;

43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?

44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.

45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! »

46 Y dijo María: « Engrandece mi alma al Señor

47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador

48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,

49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre

50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.

51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.

52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.

54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia

55 - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos. »

56 María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

                 -    Este episodio enlaza las dos narraciones de la anunciación de Juan y de Jesús y las del nacimiento y la infancia. Por este encuentro María adquiere una comprensión más profunda del mensaje que le trajo el ángel de parte de Dios. Este relato respira admirable intimidad y calor religioso.

(v. 39)      -    “Por aquellos días” tuvo lugar la marcha, es decir, poco después de la anunciación. Va María de Nazaret a la región montañosa de Judá, limitada por el Negueb, el desierto de Judá y la Sefelá, en la actual En-Karin, a 6,5 Km. al oeste de Jerusalén. El camino por tanto de 3 ó 4 días de marcha.

                 -    María fue “con presteza” a pesar de los incómodo del viaje. Para Lucas, aquí se inicia la gran marcha de la salvación que llena su evangelio y Act. La Palabra de Dios efectúa una marcha del cielo a la tierra, de Nazaret a Jerusalén, de Jerusalén a Judea y a Samaría y hasta los confines de la tierra, sin ver las dificultades sino siempre con presteza.

(v. 40)      -    Al entrar en casa de Zacarías, sólo saluda a Isabel (10, 4). La historia de la infancia contiene las lineas fundamentales de la acción de Jesús. El nacimiento natural del niño, se convierte en signo

                     del gozo ante el salvador.

(v. 41)      -    Es un signo distinto al que se vio en Esaú y Jacob (Gn. 25, 22s.). Dios dirige la historia de los hombres antes de su concepción (Jer. 1, 5). Isabel se llenó del Esp. Santo (10, 5s.) (Jl. 3, 1-5) (Act. 2, 17).

(v. 42)      -    Isabel habla bajo la moción de Dios en forma litúrgica solemne como los levitas delante del arca (I Cro. 16, 4). El Esp. Santo le revela el misterio de María y confirma la alabanza del ángel y la razón es el “bendito fruto de tu vientre” (Ef. 1, 3).

(v. 43-45) -    (II Sam. 6, 2-11) Este texto influyó en la exposición de Lucas. María es el “arca de la alianza del N.T.”, lleva en su seno toda bendición, el centro del nuevo culto, y por respuesta del saludo de María “el niño saltó de júbilo” (Mal. 3, 20), es tiempo de alegría.

                 -    El cántico de alabanza de Isabel termina: A “Bendita tú que has creído”. Es Madre de Jesús porque creyó y obedeció a Dios (11, 27ss.). Con un acto de fe comenzó la historia de la salvación con Abrahán (Gen. 12, 1-5). María la completó creyendo las palabras de Dios de que ella sería la virgen madre del Mesías.

(v. 46-47)     -            Por Jesús ha venido Dios a ser el Salvador (Mt 1,21). La alabanza de Dios y el gozo mesiánico escatológico, penetran el alma y el espíritu de maría y comienza en un cántico una liturgia de alabanza.

(v. 48)      -   María se sabe de entre los de humilde condición, los pobres y los pequeños a quienes los profetas y los salmos prometían la salvación (Sal 9,19; Is. 57,15). Y Jesús recoge estas promesas en sus Bienaventuranzas (Mt. 5,3; Jdt. 9,11).

                    -            La felicitación de María que ha comenzado Isabel, no tendrá ya fin. Todas las generaciones se unirán en María para alabarla. La alabanza del Rey es también la alabanza de la Madre del Rey: por siempre y en todas partes.

(v. 49-50)   -   Poder, santidad y misericordia son los rasgos más luminosos de la imagen de Dios en el A.T. En Dios hay como una fuerza viva que pugna por abrirse paso: es su santidad (Ez, 20-41). Pero por ser santo, es también misericordioso y salva por su poder.

(v. 51-53)   -   Expresa aquí María la experiencia de su pueblo (Dt 26,6-9). Esta historia de salvación está en el centro de la Iglesia (Act 1,14).

               -    Los engreídos en su poder, fueron derribados: Faraón al salir Israel de Egipto; los enemigos en la época de los Jueces; los soberanos de Babilonia… Dios siempre interviene a favor de los pobres, los débiles, los humildes y abate a los que se precian de algo intelectual, política o socialmente porque cierran su corazón a Dios. En cambio los pobres claman a Iahvé y El los escucha: son las Bienaventuranzas de las que María es prototipo. Jesús mismo, vivirá también en sí, esta historia en la ley de la salvación (Fp 2,5-11).

(v 54-55)   -   En María está representado el pueblo de Dios: la hora de María, es la de su pueblo, y esta hora alborea ya, y por tanto también para su Iglesia. “El Siervo de Dios es Israel” (Is. 41,8s). Ahora tiene cumplimiento la misericordia de Dios y la fidelidad a las promesas.

                     - Abraham, recibió la promesa (Gen 12,2), en maría se realizó y el Pueblo de Dios recibirá los frutos a través del fruto del seno de María donde se halla la historia de la salud.

                    - Este cántico de alabanza, recoge el cántico de alabanza de la estéril, a la que Dios ha dado descendencia: Ana, la madre de Samuel (Isam 2,1-10). Ambos cánticos están alimentados por la acción de Dios en la historia salvífica.

                    - La formación del niño, se ha mirado siempre como obra de Dios (Gen 4,1) y más fue alabada su obra en la maternidad de las estériles, pero la de maría aventaja a todas porque es la Madre- Virgen del Mesías en quien son benditos todos los pueblos de la tierra.

                     - La meditación agradecida de María se expresa en el lenguaje de cantos del A.T. porque los cantos de su pueblo, son su canto.

(v 56)      -    María permaneció con Isabel unos tres meses. Poco más o menos el tiempo que había estado el Arca de la Alianza en Guirgat Járim.

                     - El “regreso a su casa”, muestra que José todavía no la había tomado consigo. Ahora volvía a caer sobre ella el velo que ocultaba su misterio. Los rayos de la gloria, habían brillado por breve tiempo. Así va Jesús a través de su infancia y de su acción, así la Iglesia…

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