¿Sabías que...

...DOMINGO OBTUVO TODOS LOS TÍTULOS UNIVERSITARIOS QUE HABÍA EN SU ÉPOCA?

Dicho así, puede sonar muy impresionante... pero lo cierto es que, por aquel entonces, tras un popurrí de “estudios comunes”, la oferta universitaria estaba reducida a tres opciones: medicina, derecho y teología. Si Domingo llega a pillar el plan Bolonia, igual le da algo...

Sin embargo, no podemos negar que el joven Domingo era un empollón de primera categoría. Tal es así que decidió no probar el vino, para estar plenamente despierto y poder estudiar más y mejor. (Nada como tener santos propósitos para que el mundo entero se alíe contra ti. En el caso de Domingo, una prescripción médica dinamitó sus buenas intenciones. Cosas de la época...)

El hecho es que, llegado el momento, Domingo se vio obligado a elegir una de las tres carreras. Disfrutaba con los estudios, y sus notas eran excelentes. Un mundo de posibilidades se abría ante él.

No era solo una decisión académica. Había llegado el momento de decidir su futuro. Aquel deseo de ser sacerdote, ¿había sido una simple ilusión infantil?

Domingo lo tenía muy claro: seguía sintiendo la llamada al sacerdocio, y escogió la carrera de Teología.

¿Y entonces? ¿Por qué hablamos de “tres títulos”?

Bueno, los otros dos no los obtuvo por sus estudios, sino por su vida. Sacerdote por elección, comenzaba su aventura, esa que le llevaría a ser conocido como “médico de cuerpos y almas” y “abogado de pecadores”. Todos los títulos posibles... ¡a la manera del Señor!

PARA ORAR

¿Sabías que... seguir a Cristo, te llevará más lejos de lo que habías soñado?

Y, si no, que se lo pregunten a san Pedro, que, de pescador, acabó en Papa...

Dar la mano a Jesús supone soltar nuestros planes y proyectos para así poder abrazar los Suyos, ¡que son más altos que los nuestros! De este modo, a lo largo de la Historia, descubrimos a miles de personas haciendo lo que nunca habrían imaginado: ayudando a enfermos, voluntariados con niños o ancianos, ¡o apostando por amar en donde están!

“Quién me iba a decir a mí hace unos años que yo estaría aquí...”, ¿acaso no se lo has dicho tú al Señor alguna vez? ¡Ahí lo tienes! Un “título” que no esperabas.

El Señor quiere hacer auténticas maravillas en tu vida. Aunque te sientas pobre, pequeño... ¡Cristo es grande y poderoso! Como dice la canción:

“Nada en el mundo a tu poder impide
me lleves tú donde llegar no puedo”.

VIVE DE CRISTO

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