¿SABÍAS QUE...

...EL PEQUEÑO DOMINGO FUE ADOPTADO POR SU TÍO?

A estas alturas del relato, supongo que algo de cariño habrás cogido a nuestros queridos Juana y Félix, padres de santo Domingo. Así pues, que no cunda el pánico: en este momento de la historia, los señores de Guzmán gozaban de una salud excelente.

¿Entonces? ¿Por qué no cuidaron a su hijo en casa? Vayamos por partes:

Así entre nosotros, creo que no es mucho aventurar que Domingo era el hijo predilecto de doña Juana. Ella le enseñó las primeras oraciones, además de los modales básicos del noble caballero en que debía convertirse. Sin embargo, quería que su niño tuviese una formación esmerada y, por aquel entonces, eso consistía en enviarle en solitario a casa de alguien culto que pudiese enseñar al pequeño (era la primera versión de nuestra moderna “educación personalizada”).

Pero la gran pregunta era... ¿a quién confiar la educación de su hijo?

Un día, Juana, como de costumbre, salió a pasear con Domingo. Y, como quien no quiere la cosa, hizo a su pequeño la pregunta estrella que todos los niños tienen que responder:

-Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?

Sin darle mayor importancia, Domingo contestó:

-Sacerdote.

Juana volvió al castillo frotándose las manos. No solo porque consideraba un honor tener un hijo consagrado... sino porque ya tenía resuelto el peliagudo asunto de la educación: ¡¡le mandaría con Gonzalo de Aza, su hermano, que era sacerdote!!

Así pues, con unos siete años, Domingo dejó Caleruega para partir hacia Gumiel de Izán. Este pueblecito está a unas 6 horas andando desde su hogar, lo que, para el niño, tuvo que ser como ir al fin del mundo... ¡Domingo comenzaba su andadura!

Por lo que sabemos, Domingo se encajó de maravilla con su tío. Por su parte, don Gonzalo disfrutaba enseñando a su sobrino, pero pronto descubrió en el pequeño grandes capacidades que debían ser potenciadas.

Decidió hablar con los padres de Domingo. Aquella conversación fue crucial y traería grandes cambios a la vida del muchachito... ¡pero eso lo dejamos para el mes que viene!

PARA ORAR

¿Sabías que... el Señor quiere que todos seamos adoptados?

Sí, al Señor le interesa (y mucho) tu vida, tus problemas, tu crecimiento... También sabe que a veces nos despistamos, o nos cuesta escuchar Su voz. Por ello, nos regala padres o madres espirituales; es decir, una persona a través de la cual va acompañándote en tu camino. Es un ángel que pone en tu vida y que te lleva al Señor... ¡¡porque Él quiere sacar lo mejor de ti!!

Y tú, ¿has descubierto ya a tu “padrino” o “madrina”? ¿Eres “ángel” para alguien?

¡Hasta los santos necesitan que alguien les eche una mano!

VIVE DE CRISTO

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