HOY VIVE DE CRISTO POR MEDIO DE MARÍA

Queremos vivir de Cristo este verano, y hoy de la mano de Aroa, con la sección: María. ¡Feliz día!

EL ABRAZO DE MARÍA

Hace unos pocos días me escribían un mail y me decían: “Estaba en casa con mi madre,

me crucé con ella y le di un beso, ella me sonrió, pero yo esperaba más, así que le dije: 'Nunca consigo que me des un abrazo', y me dio uno muy fuerte”.

Entonces yo le di las gracias a Cristo, y pensé: “¿Quién no necesita un abrazo?”. Un abrazo te reconforta, te alegra, te da fuerzas y seguridad. Pero, a veces, evitamos el contacto con los demás por miedo, por heridas, por defensas... Lo importante es saber que un abrazo es algo bueno que, dado desde el corazón, puede ayudarnos y ayudar mucho a los demás.

Si necesitas un abrazo porque estás triste, no dudes en pedirlo con un corazón de niño, verás cómo sales reconfortado. Pero también necesitamos el abrazo de Cristo y el de María, pues ellos llegan a abrazar aquella parte interior a la que el resto de las personas no pueden llegar. Y Cristo, igual que María, nos puede abrazar, porque ambos están vivos y nos aman, y saben de nuestra necesidad de recibir y dar abrazos.

¡Te quiero proponer algo! Esto que te propongo es más fácil de hacer con los niños, pues ellos racionalizan menos la fe y son más dóciles. Por eso, si te cuesta hacer lo que te voy a decir, pídele al Señor que te regale tener otra vez el corazón de niño con el que te creó: busca una imagen de Cristo y otra de la Virgen, aquellas que a ti te gusten más, puede ser una postal, una medalla o una figura, y apriétala contra ti, abrázala contra ti, mientras les dices que quieres sentir cómo te abrazan.

Cada mañana, coge a la Virgen y déjate abrazar por ella, el hecho de que haya un contacto físico con algo que la representa, te facilitará el encuentro con ella.

Puedes pensar: “Pero voy a parecer un loco abrazando un trozo de madera o abrazando un trozo de papel”, pero, si lleva la imagen de la Virgen, no es un simple trozo de papel, es la representación de aquello que no vemos físicamente, pero que sabemos que está realmente vivo.

En el trato, es importante que haya contacto para que sea un trato cercano. Para nuestra vida, es muy importante sentir el abrazo de Cristo, sus caricias, al igual que las de su Madre. El abrazo de Cristo te trasmitirá seguridad, el abrazo de María te trasmitirá confianza. Abrazar es orar, besar es orar. Necesitamos contacto físico con María, necesitamos su cariño. De esta forma, Cristo sana las heridas donde hemos sido anulados o estamos bloqueados.

Si sientes vergüenza por el qué dirán, hazlo donde no te vean, pero que no pase el día de hoy sin haberla besado y abrazado, y, más importante aún, sin que ella te haya besado y abrazado a ti. Verás cómo, poco a poco, si lo haces una y otra vez, estos abrazos te reconstruirán por dentro, y te devolverán tu esperanza y tu confianza.

Hoy, sábado, día de María, si pasas por un momento triste o estás solo, busca a alguien que te abrace, pero no te quedes únicamente en el consuelo humano, da un paso más y busca también el abrazo de Cristo y el de María. Busca el que ellos te abracen y te acompañen en este momento, sin querer entender, solo sentir que ellos están a tu lado, abrazándote.

VIVE DE CRISTO

Imprimir

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!