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CRISTO, NUESTRO MAESTRO

1 Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos
2 y les dijo: « En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.
3 Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.
4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas.
5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien
largas las orlas del manto;
6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí".
8 « Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois
todos hermanos.
9 Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.
10 Ni tampoco os dejéis llamar "Directores", porque uno solo es vuestro Director: el Cristo.
11 El mayor entre vosotros será vuestro servidor.
12 Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. (Mt. 23, 1-12)

Los fariseos y maestros de la ley, 1º) son hipócritas, dicen y no hacen; 2º) abusan de su situación de
privilegio; 3º) viven de imagen y apariencia; 4º) son presuntuosos; 5º) buscan honores y puestos; 6º) que la
gente los llame “maestros”, “jefes”, “padre”. Quieren ser grandes en la estima de la gente y serán
humillados, pero el que se hace pequeño, desconocido, que sirve sin pedir nada a cambio, ese será
engrandecido.

En nuestro mundo hay muchos ególatras “yo y solamente yo” y los demás cuentan en tanto me dan gloria,
pero sólo a Dios se le debe la gloria y todos somos unos pobres hombres, somos hermanos y esto es ya un
gran privilegio, pues somos hermanos en Cristo. Él es el hermano mayor que nos ha hecho hijos de Dios en
Él, el único Hijo por naturaleza.

Todo en nosotros es regalo: la adopción, la filiación divina, la fraternidad, la redención, todo, todo sin que
haya algo nuestro por derecho. Entonces, ¿dónde queda mi yo? …

Te pido Señor que me enseñes el camino del abajamiento, lo que Tu elegiste al ser hombre. Y no sólo esto,
sino que ame ser el último de todos y el servidor de todos, el ser ignorado; el desprecio, ya es mucho pedir,
pero con tu gracia seguiré tus pasos…

Cristo Nuestro Maestro 2

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