YO SOY LA PUERTA DEL REBAÑO

1 « En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;

2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.

3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.

4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»

6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.

7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.

8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.

9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.

10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. (Jn. 10, 1-10)

Todo rebaño, necesita entrar en el aprisco y salir de él en busca de pastos. Si las ovejas, son obligadas a quedar encerradas en él, morirán y no tendrán vida, para dar después, con su lana y su leche, la vida a otros seres que, se alimentan de ellas. Así, Jesús, que, es el Pastor bueno de las ovejas, es también la Puerta delaprisco. Nadie puede encontrar seguridad, si no es conducida a través de la puerta del aprisco. Entrar por Jesús, es lo seguro para poder tener vida, y no extraviarse por caminos extraños y campos estériles que, no le dan pasto y alimento para su diario vivir.

Bien claro expresa Jesús que: “sin mí no podéis hacer nada”. Pero el Señor, ha escogido a su Iglesia dondelos “celosos pastores”, alimentan a sus fieles con la jugosa Palabra de Dios. El Señor, les ha prometido estar en sus labios y en su corazón para que su palabra no sea algo extraño a las ovejas, sino alimento ungido por el Espíritu Santo. “El Espíritu Santo será quien os lo enseñe todo”. Y, este “todo”, no es más que la Vida Eterna, el camino de la Salvación.

Jesús, por ser el Pastor verdadero del rebaño, es reconocido por el guarda que, le abre el redil para que recoja una por una a sus ovejas. Él, sabe el nombre de cada una y las llama por su nombre y éstas le siguen, sin ninguna resistencia, porque conocen la voz del pastor y saben que Él las ama y sabe lo que les hace falta a cada una. Pero esta encomienda, no se la ha dado a Sí mismo Jesús, sino que ha sido el Padre, el Guarda,el que le ha encomendado a cada uno de sus hijos que creen en el Nombre de su Hijo Jesús.

Todo lo que se respira en este Evangelio, no es una estampa bucólica, sino un clima de amor y ternura que envuelve el diálogo del Padre con el Hijo y del Hijo con el Padre; Y de Éstos, con sus hijos predilectos,aquellos quienes, a imitación de Jesús, se han puesto incondicionalmente en las manos del Padre que son las mismas de Jesús. Porque Él dice: “el Padre y Yo, somos Uno”

¡Corramos, corramos a esta Puerta divina que es la Palabra, el Verbo, ¡y escuchémosle! ¡Muchos pastos jugosos quiere que comamos y bebamos, por eso, sólo necesitamos abrir la boca del deseo para ser llenados de su gracia y de su amor! ¡” “Llenémonos del torrente de sus delicias, porque en Él, ¡está la fuente viva y su luz nos hace ver la luz”! ¡Y pensar que ante esta “campiña divina”, muchas veces nuestra vida transcurre entre “las migajas” de las criaturas que, nunca podrán saciar nuestra hambre y nuestra sed!

¡Señor, míranos con infinita misericordia, como lo hace el pastor con “su ovejuela distraída y perdida”! Él no la trata con violencia, sino que la toma para Sí y la atrae a su Pecho, ¡hasta que sienta el calor de su Corazón y repose entre sus brazos! ¡Hazlo Tú Jesús, nosotros no sabemos! ¡Qué así sea! ¡Amén! ¡Amén!

Imprimir

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!