DOMINGO VI DE PASCUA

CICLO B

- DOMINGO DE LA EXPANSION MISIONERA -

 

 

Primera Lectura: Hch. 10, 25-26.34-35.44-48

-Nos narra aquí Lc. una escena memorable. Es impresionante el gran deseo que tenía Cornelio de obtener la salvación. Espera la venida de Pedro como si todo el paganismo esperara en la persona de Cornelio la dádiva de la salvación (Lc. 7, 9).

 

(v. 25)  

-El centurión saluda a Pedro con la fórmula más sumisa de aquel tiempo, con la llamada PROSKYNESIS (esta postura expresa la adoración de la divinidad). Ve en Pedro algo sobrenatural.

 

(v. 26)  

-Pedro rechaza este homenaje: es tan solo un hombre. Quizás recordó lo que en otro tiempo hizo ante Jesús balbuceando (Lc. 5, 8) o quizás pensó en las negaciones que le hizo por ser “puro hombre”.

 

(v. 34)  

-Lucas nos resume la predicación de Pedro ante Cornelio y los suyos:

(v. 35)  

los pensamientos fundamentales del Kerigma de salvación ante los oyentes no judíos. La prueba de la Escritura pasa a 2º término, no como en las anteriores predicaciones apostólicas. En primer término está la acción salvadora de Jesús de Nazaret y su manera de actuar especialmente en su Resurrección. El apóstol es mandatario de Jesucristo y les muestra el camino de salvación volviéndose a Jesús con fidelidad. “No tiene Dios acepción de personas” (I Sam. 16, 7). Para Dios, carecen de valor las diferencias sociales, el sexo, raza, nación o religión, cuando ofrece la salvación: está abierta para todos los que con profundo respeto se abren con ansia en este camino (Dt. 10, 17; Rm. 2, 11; I Pe. 1, 17; Rm. 1, 16; Ga. 3, 26).

 

(v. 44)  

-El mismo Dios corona con un amén el discurso de su mensajero. Tiene lugar un nuevo Pentecostés, ahora entre los paganos. Son hombres que aún no están bautizados y la Palabra de Dios los conmueve,

(v. 45)  

les salva ya con su virtud. Este acontecimiento es muy estimulante para los acompañantes judeo-cristianos de Pedro (Rm. 9-11)

(v. 46)  

Si Dios ha otorgado el bautismo del Esp. Santo, la Iglesia no tiene derecho a negar el bautismo con

(v. 47)  

agua y lo expresa Pedro con una pregunta (8, 36). El bautismo en el nombre de Jesucristo aporta a

(v. 48)  

la Iglesia, en Cornelio y los suyos, no sólo el crecimiento externo en el número de miembros sino la apertura dichosa de un camino de salvación a todas las gentes. “Y se quedó Pedro con ellos algunos días” para afirmar que todo esto es verdad y en acción de gracias a Dios.

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