DOMINGO XXXIII (T. Ordinario)

CICLO B

Mc. 13, 24-32

24 « Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor,

25 las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas.

26 Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria;

27 entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

28 « De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

29 Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que El está cerca, a las puertas.

30 Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.

31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

32 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

                  -   He aquí dos perícopas, 1) la parusía del Hijo del hombre y 2) la parábola de la higuera.

            1º) (v. 24-27). La exposición de Mc. se acerca a su punto culminante: después de la gran tribulación

(v. 24a)     seguirá la parusía del Hijo del hombre.

                  -   Conen aquellos días introduce Mc. un tiempo intermedio porque es consciente de la incerteza del término (v. 32) y no diceen seguida como gusta repetir en su Ev. (hasta 42 veces). En la historia hemos de contar con el poder del mal que querrá imponerse en aquellos días. Respecto al fin del mundo histórico la revelación no nos da nada concreto. Nosotros podemos y debemos esforzarnos por mejorar las estructuras sociales y el bienestar de la humanidad. Sólo Dios sabe el día en que todo se consumará. Lo que aquí Marcos describe no es la destrucción del mundo sino una escena cósmica para llamar la

(v. 24b-25)    atención sobre la Parusía. El cosmos con sus elementos dejan ya de prestar sus servicios (Is. 13, 10; 34, 4). En otro lugar (4 Esd 5, 4ss.) el sol brilla por la noche y la luna por el día, los árboles destilan sangre, las piedras gritan, etc. Los astros empezarán a ceder (Heb. 12, 26s). Estas imágenes no son juicios primitivos sino que preparan el acontecimiento.

(v. 26)       -Entonces, aparece el gran acontecimiento. las nubes son un símbolo acuñado (Dan. 7, 13). En Daniel este personaje es llevado ante el trono del Altísimo, aquí baja del cielo. ElHijo del hombre al que (Dan. 7, 19) se le ha dado el poder de Dios, es Jesucristo que permanece junto a Dios y ha entrado ya en su gloria. Con su venida se revela a todos y congrega en torno a sí a su comunidad.

(v. 27)       Para esto envió a loa ángeles (esto no se encuentra en Daniel) que congregan a los elegidos de los cuatro puntos de la tierra. En los apoc. judíos los ángeles asumen funciones judiciales (Mt. 13, 41) (Jn.).

                  -   Este reunir a los elegidos es herencia del A.T., mas aquí se pensaba en la reunificación de todas las tribus de Israel o la vuelta de los deportados (Dt. 30, 4; Ez. 34, 12ss.; Is. 27, 12s.; 43, 5s; Zac. 2, 10; 8, 7s) En N.T. aquí sontodos los hijos de Dios dispersos (Jn. 11, 52) (I Tes. 4, 17).

                  -   He aquí en Marcos una profecía de amonestación y consuelo (Lc. 21, 28); una afirmación cristológica y eclesiológica.

             2º) Después del cuadro de la parusía surge la pregunta de la que arrancó todo el discurso (v. 4).

(v. 28-29)  La comparación de la higuera se entiende desde la imagen: después de las lluvias la higuera echa unas hojas grandes y suaves, indicio seguro del verano que en Palestina irrumpe súbitamente.Estas cosas, es decir, cuanto acaba de exponer, denota que estácerca, a las puertas la parusía. En los sucesos que Marcos tiene ante los ojos:la guerra judía” -año 66-; se anuncia ya la parusía. Pone este hecho histórico ante la indeterminación de la fecha de este acontecimiento.

(v. 30)       -   La espera de algo inminente se perfila aún más aquí.Esta generación no pasará, en sentido negativo habla de los hombres malvados (Mc. 8, 12.38; 9, 19). Aquí lo decisivo es la certeza de su venida,

(v. 31)       -   Con esta sentencia se afirma solemnemente que las palabras de Jesús no dejarán de cumplirseantes faltarán el cielo y la tierra (Lc. 16, 17). Frase que aquí ha acomodado Marcos al texto. Hay que comprender estas palabras de Jesús en su espíritu y aplicarlas a cada una de las situaciones.

(v. 32)       -   Es un misterio que el Padre se reserve la fecha de la irrupción del Reino de Dios. Pese a su ignorancia, Marcos considera no muy lejana la parusía (igual que Pablo). Jesús ha dejado sin señalar el momento preciso del fin. Aunque esel Hijo y sabe todo lo que el Padre tiene predestinado no lo ha querido revelar.

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