DOMINGO XXXIII (T. Ordinario)

CICLO A

FIDELIDAD EN HACER FRUCTIFICAR LA VOLUNTAD DE DIOS

Prov. 31, 10-13.19-20.30-31

10 Una mujer completa, ¿quién la encontrará?

Es mucho más valiosa que las perlas.

11 En ella confía el corazón de su marido,

y no será sin provecho.

12 Le produce el bien, no el mal,

todos los días de su vida.

13 Se busca lana y lino

y lo trabaja con manos diligentes.

19 Echa mano a la rueca,

sus palmas toman el huso.

20 Alarga su palma al desvalido,

y tiende sus manos al pobre.

30 Engañosa es la gracia, vana la hermosura,

la mujer que teme a Yahveh, ésa será alabada.

31 Dadle del fruto de sus manos

y que en las puertas la alaben sus obras.

                  -La perfecta ama de casa es a la vez la mujer eficaz y virtuosa. El griego y vulgata traducen pormujer fuerte. Este elogio de la mujer perfecta fue quizá comprendido alegóricamente como una descripción de la Sabiduría personificada (8, 22), de aquí que en (v. 31) al explicar en la versión griegauna mujer inteligente será alabada- el temor de Jahvé, eso es lo que hay que ensalzar”, se podría explicar el que este trozo tan bello haya sido puesto como conclusión del libro.

                  -   Son varias las virtudes que evoca aquí el autor:

(v. 11)       -   Es digna de confianza (su marido se fía de ella).

(v. 12)       -   Es como naturalmente bondadosa (sin posibilidad de mal).

(v. 13)       -   Es precavida y prudente en el gobierno de lo suyo.

                  -   Trabaja con alegría porque teme al Señor y confía en El.

(v. 19)       -   Es constante y tenaz en su trabajo. Es desprendida y generosa con el pobre abriéndole sus manos y hasta sus brazos para ampararle. Lo suyo lo comparte.

(v. 30)       -   Todo lo que es exterior: la gracia y la belleza no es alabado de Jahvé, sino el que le teme, ese será grande y ya aquí alabado, no sólo después sino también ahora, por sus buenas obras y por su celo que no decae.

I Tes. 5, 1-6

1 En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tenéis necesidad que os escriba.

2 Vosotros mismos sabéis perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche.

3 Cuando digan: « Paz y seguridad », entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán.

4 Pero vosotros, hermanos, no vivís en la oscuridad, para que ese Día os sorprenda como ladrón,

5 pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas.

6 Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

                  -Vigilancia en la espera de la venida del Señor”. En medio de toda nuestra incertidumbre en torno al fin, una cosa es cierta: nadie conoceel día ni la hora (Mt. 25, 13). Nadie puede decir:mi amo va a tardar (Mt. 24, 48). Por esta incertidumbre, hemos de vigilar. Ni tampoco podemos decir (II Tes. 2, 2). Ello nos exige sobriedad.

(v. 1-2)      -   (Lc. 12, 39) Un ladrón llega cuando menos se le espera y así será el advenimiento de Cristo. Pero esta incertidumbre fácilmente se olvida y el Señor puede llegar cualquier día y ésto hemos de tomarlo en serio.

(v. 3)         -   El Hijo del Hombre vendrá cuando todos estén ocupados, como en los días de Noé (Lc. 17, 26-30), dirán en su interiorpaz y seguridad y caerá ese día como una gran calamidad, como un gran dolor. Y a muchos les sucederá lo que a aquel insensato que se decía a sí mismo: come, bebe y pásalo bien (Lc. 12, 16-20).

                  -   La incertidumbre de esta hora incluye una gracia: la llamada a estar siempre preparados.

(v. 4-5)      -   Somos hijos de la luz. Mientras vivimos en la tiniebla de la tierra, los cristianos estamos marcados por la luz del día futuro de Cristo, pues quien vive en la luz, es también él luz (Col. 1, 13) (Ef. 5, 8) pues vive esperando con nostalgia encontrarse con El, mantiene los ojos fijos en el futuro, vela y procede sobriamente. Esta es la luz de la esperanza y sin ella el hombre sucumbe ante lasobras de las tinieblas” (Ef. 5, 11).

(v. 6)         -   La luz del Señor que viene a iluminarnos nos despierta y nos llama a estar alerta, por eso este hombre que mira con fe hacia el Señor se mantiene con sobriedad ante la realidad del mundo. Su vida está en sus manos y sabe cómo usar de ella rectamente, porque conoce el fin y la esperanza a la que ha sido llamado, por tanto: estar siempre preparado, en vela y sobrios. Loshijos de la luz se oponen a loshijos de las tinieblas.

Imprimir Correo electrónico

Gracias a Google, Norton y McAfee, te podemos garantizar que nuestra web, su contenido y los servidores desde donde se proporciona el servicio, son 100% seguros y están verificados. Puedes comprobarlo pinchando en las imágenes de abajo .
navegacion segura googlenavegacion segura nortonnavegacion segura mcafee

ImagenCookies

Hola! ¡Bienvenido a la página web del monasterio de san Blas! Nos encanta verte por aquí y esperamos que este sitio sea un lugar donde puedas encontrarte con Jesucristo Resucitado. Tan sólo queremos pedirte un favor: para mejorar la página y facilitar tu navegación por ella necesitamos que aceptes nuestras cookies. ¡Muchas gracias y oramos por ti!