NO HAS RECONOCIDO EL DÍA DE MI VISITA
41 Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella,
41 Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella,
1 Les decía una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer.
2 « Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres.
20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.
21 Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya está entre vosotros.»
1 Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar.