14 DE SEPTIEMBRE - LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

FIESTA

La veneración de la Santa Cruz, va unida a las solemnidades de la dedicación de la basílica de la Resurrección, erigida sobre el sepulcro de Cristo (a.335) y al mismo tiempo se inserta en un contexto bíblico: la fiesta de la Expiación (Lv. 23, 34.42). La carta a los Hebreos interpreta el sacrificio de Cristo relacionándolo con la liturgia del Día de la Expiación (Heb.9, 9-12) y en este tiempo, declaró Jesús: “el que tenga sed…” (Jn.7, 37).

Cristo ofreció sobre la cruz su sacrificio para la expiación de los pecados de muchos. La cruz es para el cristiano, el signo de la esperanza del Reino, que el judío celebraba durante la fiesta de los Tabernáculos. La cruz que había sido motivo de desprecio, se ha convertido en nuestra gloria. Si el árbol del paraíso produjo fruto de muerte, el árbol de la cruz nos da fruto de vida eterna. “Exaltación de la cruz” hace referencia a la profecía de Jesús (Jn.3, 14).

Nm.21,4-9

4 Partieron de Hor de la Montaña, camino del mar de Suf, rodeando la tierra de Edom. El pueblo se impacientó por el camino. 

5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: « ¿Por qué nos habéis subido de Egipto para morir en el desierto? Pues no tenemos ni pan ni agua, y estamos cansados de ese manjar miserable. » 

6 Envió entonces Yahveh contra el pueblo serpientes abrasadoras, que mordían al pueblo; y murió mucha gente de Israel. 

7 El pueblo fue a decirle a Moisés: « Hemos pecado por haber hablado contra Yahveh y contra ti. Intercede ante Yahveh  para que aparte de nosotros las serpientes, » Moisés intercedió por el pueblo. 

8 Y dijo Yahveh a Moisés: « Hazte un Abrasador y ponlo sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y lo mire, vivirá. » 

9 Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y si una serpiente mordía a un hombre y éste miraba la serpiente de bronce, quedaba con vida. 

               mapa              

(v.4) Jesús comparó su “elevación” en la cruz con la elevación que hizo Moisés de la serpiente de bronce en el desierto. En este caso, eran salvados, los que la miraban, de morir envenenados; al mirar a Jesús somos salvos de la muerte eterna porque lo hacemos con fe y confianza en El.  

  Esta historia del Antiguo Testamento debe relacionarse con las minas de cobre de la Arabá, en que el metal fue ya explotado en el S.Xlll a.C. En Timna, se encontraron varias pequeñas serpientes de cobre que fueron utilizadas, sin duda, como la de Moisés para protegerse de las serpientes venenosas. Esta región minera, se encuentra en el camino de Cadés a Ácaba (Dt.2,1;lRe9,26). Hacia el golfo de Ácaba, que no se debe confundir con el Suf del Exodo. La ocupación sedentaria de Edom, no había alcanzado todavía el golfo de Ácaba y los israelitas tomaron la ruta normal que rodeaba el territorio de Edom (es la única nota antigua que nos habla de la ruta que tomaron) (20,14-21).

(v. 5)  El pueblo se impacientó y “blasfemó contra Dios y maldijo al principal del pueblo” (Ex.22, 27; 14, 11) y 

(v. 6)fue castigado por Yahvé con “serpientes abrasadoras” que los mordían (Dt. 8, 15) (lCor10, 9). “Abrasador”, es traducción de “saraf” que (Is. 30, 6) representa como una serpiente alada o dragón. El nombre de los serafines de (Is, 6, 2-6) procede de la misma raíz.

(v. 7) El pueblo reconoció ante el castigo su pecado y pidió a Moisés intercediera ante Yahvé para ser librados (Ex, 32,11). La serpiente de bronce en el mástil les salvó de la muerte (llRe 18,4). Después se le dio culto idolátrico (Sb 16,5s) (Jn 3,14s) (Jn 19,37).

Fp. 2, 5-11

5 Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: 

6 El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. 

7 Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; 

8 y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. 

9 Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. 

10 Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, 

11 y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre

Dentro del texto de esta carta, deja fluir un “Himno a Cristo, el “Himno Pascual de la KENOSIS (Col. 1, 15-20) (I Tim. 3, 16) (Jn. 1, 1-16); otros himnos a Cristo acuñados con anterioridad.

Las palabras y las ideas, así como la estructura de las estrofas, no son de Pablo, pero Pablo lo hace suyo y a través de él, expresa su propios pensamiento y añade expresas reflexiones personales (los himnos se cantaban en las asambleas litúrgicas de la Comunidad).

I PARTEAcaba de hablar de la necesidad de la humildad y sigue adelante con la exhortación de que han 

(v. 5)de tener todos los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús. No alude simplemente al ejemplo de Cristo, sino que los cristianos que han aceptado la fe y se han bautizado, entran en unas nuevas relaciones con Cristo y por tanto con Dios: estar en Cristo (ser cristiano), están bajo el dominio del KYRIOS = Señor.

Tiene dos estrofas con el Camino de Cristo:

a) su ser en Dios, anterior al mundo

b) el mundo humano

c) nuevamente el dominio en Dios.

(v. 6)Comienza expresando lo inefable: no indica ningún otro dios existente, sino que habla de Dios mismo. Su actuación tuvo un motivo: la libertad. No se vió obligado, lo emprendió por libre decisión: se despojó a sí mismo.

(v. 7)Esta acción es algo inexplicable e inconcebible, no retuvo su ser como una presa y en lugar de la condición divina aparece la condición de esclavo, justamente porque así lo quiso. Esta oposición Dios-esclavo implica unos términos tan insalvables que no se puede pensar en otro mayor. Se trata de presentarlo a la inteligencia en toda su confusión: es un misterio.

El himno quiere reconocer el acontecer único de que Dios se hizo hombre. Se hizo verdadero hombre, no mera apariencia y tomó su forma esencial y su apariencia exterior. Y como hombre, esclavo, esclavitud para Dios es ser hombre.

En este mundo nuestro de miedo e inseguridad entra el Unico libre y entra revelando que la ley de libertad del cristiano y de Cristo mismo es la obediencia.

(v. 8)Su obediencia es inimitable en toda su grandeza y es así porque viene del mundo de Dios del que nadie ha venido como él. Su obediencia descansa en sí mismo y la libertad de su obediencia es más poderosa que cualquier otra obediencia que el hombre ejercite libremente.

A su despojo se sigue la humillación de sí mismo con obediencia hasta la muerte. Este es el punto  de destino emprendido en libertad (sólo para El es un acto libre). La muerte es el destino que une a todos. Nada tan alejado de Dios como la muerte, pero se insiste en la muerte en cruz (Pablo aquí introdujo esta adición). La cruz es para Pablo el centro de su mensaje, es muerte salvífica (I Cor. 1, 18) (Gal. 6,14)

II PARTEDios entra en el plan y es el protagonista de la acción y toma la iniciativa que se orienta al obediente.

(v. 9)Una de las experiencias de la religiosidad bíblica es que Dios humilla y ensalza al justo para reconocerle como suyo, pero aquí se añade no el valor ético de esta pedagogía sino la revelación 

de la obediencia y el puesto que en el cosmos ocupa el obediente. Y se explica con la concesión 

de un Nombre (es su esencia).

(v. 10)-Se inserta aquí una frase de (Is. 45, 23b): “ante mí se doblará toda rodilla....” Aquí son los pueblos que habían hostilizado duramente a Israel, los que reconocerán y se someterán al Dios único. En el himno es el cielo, la tierra y los abismos: perspectiva cósmica. No se habla de hombres, sino de Potestades: las que tienen la humanidad esclavizada. Si se postran ante Cristo es que ha habido en el cosmos un cambio de dominio.

(v. 11)Es Cristo el Señor del universo, éste es el nombre dado por Dios y la más antigua confesión de fe cristiana (Rm. 10, 9).

El sentido del mundo es Jesucristo y el acontecer salvífico finaliza en la gloria de Dios Padre: es la Comunidad la que confiesa a Dios Padre (Rm. 8, 15), no las potestades, éstas confiesan al Kyrios.

Jn3,13-17  

13 Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. 

14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, 

15 para que todo el que crea tenga por él vida eterna. 

16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 

17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 

(v. 13) -En los VV.13-14 pone  Jn. dos sentencias sobre el “Hijo del Hombre”. Para él es habitual la atribución de este título a Jesús de Nazaret. Este título para Jn., va ligado en el V.13 a la imagen ideal del descenso y el ascensoque sirve para formular la idea de la revelación. En el V.14 se trata de la importancia salvífica de Jesús: un modelo salvador.

          -“Bajar” o descender se halla a menudo en Jn. aplicado por ejemplo al Espíritu (1,32.33); a los ángeles (1,52); en el discurso del pan (6,33.38.41.51.58). A la idea de bajar corresponde la de subir, “subir al Padre”. Pero sólo uno ha subido al cielo y ello porque sólo El ha venido desde allí: “el Hijo del Hombre”. En razón de su origen celeste sólo Él puede traer la revelación -divina: Jesús es el enviado de Dios, esta es la fe cristiana que aquí se expresa.

            -El descenso precede al ascenso, uno y otro constituyen en Jn. el proceso revelador y salvífico (Ef.4,8-10). Jn. con el descenso piensa a la vez en su extrema consecuencia que es la de la cruz. Su muerte en cruz es el supuesto indispensable para su ascenso y es a su vez su comienzo. 

(v. 14)   -El v. 14 y ss. aportan un nuevo elemento al concepto de exaltación sirviéndose de una idea del A.T. que se aplica al Hijo del Hombre: es un midrash cristológico  (Nm. 21,4-9). La expresión de elevar no se encuentra en Nm. ni en las primeras exposiciones cristianas sino que se debe al “círculo joánico” y a su teología. En el A.T. elevar es empleado cuando se dice  que Dios “engrandece” a un hombre, le da poder y gloria (lSam2, 1.10; Is. 52, 13-53). Este texto último de Is. se encuentra de la misma forma en (Fp. 2,6-11).

            -Jn. en su cristología no distingue estos dos estadios sucesivos y diferentes: humillación y exaltación, muerte en cruz y resurrección. Con la cruz comienza ya la exaltación de Jesús y su pasión es ya su historia victoriosa y triunfal.

            -El Hijo del Hombre “tiene que” ser elevado, es un deber, es la necesidad mesiánica del sufrimiento (Mc.8, 31; Lc. 17,25; 24,26) tiene que recorrer el dolor hasta la misma cruz.

(v. 15) -Nos indica el objetivo final por el que debe de ser elevado: “para que todo el que cree en Él, tenga vida eterna”, por haber hacho este camino, puede convertirse en donante de la vida eterna para los creyentes. El “creer” aparece como la conducta humana que establece la relación con el acontecer salvífico y con el Salvador. Por el hecho de creer, participamos de la vida eterna del Hijo del Hombre exaltado.

(v. 16)-Desarrolla aquí Juan, mediante afirmaciones aisladas, el acontecer salvífico en toda su profundidad.

-Afirmaciones sobre la revelación y salvación encarnadas en el Hijo, hasta su fundamento último que es el Amor de Dios al mundo. Tan incomprensible, vigoroso y eficaz es este amor de Dios al mundo creado por El, aunque alejado de El, que le entregó a su Hijo único. Esto siempre es en relación con la cruz (Rm. 8, 32) que no fue simple “permisión divina sino la misma voluntad de Dios. Pero esta voluntad no es un capricho arbitrario y ciego, sino una “voluntad de salvarnos = “amor como en el “sacrificio de Isaac (Gen. 22). Pero aquí el amor de Dios gana en proporciones en cuanto que es “Hijo Unigénito el que Dios entregó para salvar al mundo. El “MONOGENES” “único. Pone de relieve la relación entre este Hijo Jesús y Dios  Padre. Es un don singular en el que Dios Padre tiene puesto todo su corazón y su participación en este acontecer es el amor: “Dios es amor (I Jn. 4, 7-10). El ser de Dios, inescrutable para nosotros, está íntimamente ligado a la muerte de Jesús en cruz, como el amor que se ha hecho visible. El Dios que ha mostrado en el destino de Jesús que su esencia es el amor. Como solo hay un Dios y creador universal, no puede haber más que un amor universal al mundo y a los hombres (I Jn. 2, 2). La salvación así es para el mundo entero, “para que todo el que creeen El no se pierda sino que tenga vida eterna”. 

(v. 17)-Dios no envió al Hijo para “juzgar” al mundo, es decir, para el castigo escatológico o la aniquilación y desgracias completas, sino para que se salve por el Hijo: éste es el propósito auténtico y originario de Dios: prioridad de la salvación sobre la condenación, un triunfo de la salud.

-Condenación y salvación no son alternativas equivalentes, pues la salvación tiene una prevalencia inequívoca.

-Pero queda abierta, no por parte de Dios, sino por parte del hombre, una puerta para perder la salvación al no creer en el Hijo.

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